De la Rúa apoya el “plan Colombia”

La reunión de presidentes de América del Sur, que acaba de celebrarse en Brasilia, no ahorró palabras para señalar el compromiso de los asistentes con la “unidad latinoamericana”, la “integración de nuestros países” y la “cooperación regional”.


¿Pero qué clase de ‘unidad’, ‘integración’ o ‘cooperación’ se puede esperar cuando esos mismos presidentes, en esa misma reunión, declararon su respaldo al ‘Plan Colombia’, es decir a la intervención militar directa de los Estados Unidos?


Este apoyo fue objeto de una declaración especial, que da su “decidido apoyo” al gobierno colombiano y a “las valientes medidas” tomadas por Pastrana… que no son otras que el ‘Plan Colombia’. El corresponsal de La Nación en Brasil (2/9) dice que la aprobación de esta declaración, que no estaba prevista originalmente en el temario de la reunión, fue “una victoria inusitada de la diplomacia colombiana”… y que “una vez más, los Estados Unidos volvían a mover las fichas geopolíticas sudamericanas” para imponer su política.


Para el corresponsal de O Estado de São Paulo en Washington (3/9), “el gobierno de los Estados Unidos fue efusivo en sus elogios a los resultados de la primera cumbre de presidentes de América del Sur. ‘No podría estar más satisfecho’, declaró el embajador norteamericano en Brasilia, Anthony Harrington, después de leer el comunicado final del encuentro y la declaración adicional de los líderes en apoyo a los esfuerzos del presidente de Colombia (…) El representante norteamericano se mostró particularmente satisfecho con la manifestación que 11 de los 12 presidentes hicieron sobre Colombia, apenas dos días después de que Clinton les pidiera a los líderes de la región su apoyo a Pastrana”. Arturo Valenzuela, asesor del Consejo de Seguridad de los Estados Unidos, declaró que “el sentimiento de la administración Clinton es de gran satisfacción” (ídem). Estas imperdibles declaraciones de los propios voceros imperialistas desmienten todas las pavadas que se han escrito en Buenos Aires sobre la reunión (“Los líderes de América del Sur se desmarcan de Colombia […] Casi nadie quiere el Plan Colombia”, Página/12, 1/9). Nadie se desmarcó; De la Rúa, Cardoso, Batlle y tutti quanti, con la honrosa excepción del venezolano Chávez, han quedado pegados a la masacre.


 


Qué han votado


Al frente del ‘Plan Colombia’ los yankis han puesto a un verdadero ‘especialista’ en masacres: el general Keith Huber, que fue jefe de operaciones de los ‘asesores’ norteamericanos que intervinieron en El Salvador en 1987, cuando los ‘escuadrones de la muerte’ paramilitares asesinaron a miles de campesinos y trabajadores salvadoreños. La presencia de este asesino serial al frente de los ‘asesores’ norteamericanos, sumada a la “dispensa” que el gobierno norteamericano debió obtener del Congreso con relación al incumplimiento por el gobierno de Pastrana de sus compromisos en materia de derechos humanos, desmiente todas las estupideces acerca de que “el ‘plan Colombia’ pretende defender a la democracia y respetar los derechos humanos”.


Para erradicar los cultivos de coca y amapola, se prevé la fumigación de las plantaciones con hongos venenosos. Se ha comparado esta fumigación con la aplicación masiva por Estados Unidos del “agente naranja” en la guerra de Vietnam, que además de matar a decenas de miles de personas (tanto vietnamitas como norteamericanos) convirtió vastas zonas en desiertos. Pero mientras los efectos del “agente naranja” tienden a extinguirse en el tiempo, el hongo con que se fumigará la selva colombiana, como todo organismo vivo, tenderá a reproducirse, multiplicarse y expandirse geográficamente. Lo que han votado los ‘pacifistas’ presidentes de Sudamérica es, sencillamente, la devastación de todas las selvas continentales y la condena a muerte de millones de campesinos y trabajadores rurales latinoamericanos.


Los especialistas coinciden, sin embargo, en que difícilmente el ‘Plan Colombia’ tenga éxito “con este nivel de intervención” (Página/12, 31/8). Llegará entonces la hora de una mayor intervención norteamericana.


 


El gobierno argentino


El gobierno de la Alianza está metido hasta el cuello en el ‘Plan Colombia’. En Brasil, De la Rúa afirmó que “nosotros lo que buscamos, en sintonía con el propio Andrés Pastrana, es apoyar a su gobierno constitucional” (Clarín, 2/9). El apoyo argentino al ‘Plan Colombia’, sin embargo, va mucho más allá de una mera declaración. Argentina es, no olvidemos, miembro ‘extra-zona’ de la Otan. El apoyo al ‘Plan Colombia’, después del voto contra Cuba en los primeros días de su gobierno, revela que la diplomacia aliancista es idéntica a la menemista, de la cual sólo ha desechado su exuberancia verbal.


 


Fuera yanquis de Colombia.


Fuera el FMI de América Latina


Para la clase obrera y los explotados del continente, el deber de solidaridad de clase contra la intervención imperialista en Colombia es una lucha en defensa propia. Una victoria de los yanquis reforzará la opresión nacional y social en toda América Latina y significará mayores saqueos, más miseria, desempleo y flexibilización, más privatizaciones, más represión y más gatillo fácil.


“¡Fuera yankis de Colombia! ¡Fuera el FMI de América Latina!” es la consigna de la hora porque une, en una lucha común, la lucha contra la intervención militar y contra el saqueo de nuestros pueblos, por: la tierra para los campesinos, el no pago de la deuda externa, la expropiación del gran capital y la lucha contra la flexibilización, la miseria y la desocupación.


La lucha contra el ‘Plan Colombia’ plantea la necesidad de luchar por los Estados Unidos Socialistas de América Latina.