Dos millones de italianos marchan contra el presupuesto ´95

Un millón y medio de trabajadores, jubilados y jóvenes, llegados de todos los rincones de Italia, coparon Roma durante todo un día, en la mayor manifestación de toda la historia italiana. Se concentraron para oponerse al proyecto de ley de presupuesto, que prevé la liquidación de los derechos jubilatorios.


Salta inmediatamente a la vista el paralelismo con Argentina: el proyecto de Berlusconi aumenta la edad jubilatoria en cinco años (de 60 a 65 para los hombres; de 55 a 60 para las mujeres); revisa los índices de indexación y reduce la relación entre el haber jubilatorio y el salario (que actualmente es del 70%). La liquidación de las conquistas jubilatorias goza, por supuesto, de la aprobación y el beneplácito de las cámaras patronales.


La movilización comenzó hace un mes con una huelga general de cuatro horas y concentraciones en cien ciudades italianas, que convocaron a tres millones de personas. Desde entonces, la idea de la “Marcha sobre Roma” se impuso desde abajo, como lo revela el hecho de que todas las informaciones coinciden en señalar que la multitud que copó Roma “superó todas las expectativas”. Bajo la presión del éxito de la marcha, la burocracia sindical italiana ha convocado a un nuevo paro general.


“Casi todos los cantos –informa el corresponsal de Clarín– reclamaban la inmediata caída del gobierno Berlusconi”. “Fuera Berlusconi” en Italia, “Fuera Menem-Cavallo” en Argentina, son las consignas que ponen al desnudo la incompatibilidad de los regímenes “cavalliano-menemistas” con los derechos de los trabajadores.


Por eso, “la central empresaria Confindustria, que apoya las medidas del gobierno en la ley de presupuesto, está cada vez más preocupada por la magnitud del apoyo popular a los sindicatos y la perspectiva de que una radicalización del enfrentamiento social termine por liquidar el acuerdo sobre el costo del trabajo de julio de 1993 que anuló los ajustes automáticos al costo de vida y permitió disminuir la inflación e incrementar la productividad” (Clarín, 12/11).


Frente al ataque a las conquistas obreras y jubilatorias, la clase obrera italiana nos muestra un camino y una política: la manifestación de masas hacia los centros del poder y la huelga hasta poner de rodillas a Menem-Berlusconi.