Ébola, un emergente de las guerras imperialistas y del lucro contra la salud


El ébola ha sido reconocido definitivamente como un problema global: la confirmación de dos casos autóctonos en los Estados Unidos, ambos de enfermeras que trataron a un paciente infectado procedente de Liberia, obligaron a Obama a suspender un viaje de campaña y a convocar una reunión urgente de su gabinete. “Nos estamos preparando para más (casos) y eso es una posibilidad muy real”, adelantó el juez Clay Jenkins, del condado de Dallas (Página 12, 16/10). Obama habló con el premier japonés para coordinar medidas, a la vez que negocia con Rajoy cómo será la escala de sus tropas que se dirigen a Liberia: teme que éstas se contagien en suelo español.


 


Al igual que España, el sistema de salud norteamericano tampoco estaba preparado para enfrentar el virus. El principal sindicato de enfermeros (el National Nurse United) denunció -ante un remanido intento de acusar a las propias trabajadoras de la salud- la ausencia de entrenamientos, la falta de claridad de los protocolos de atención, y que en el hospital en cuestión se trabajó durante días sin equipos de protección adecuados. Se confirma la misma improvisación y exposición de los trabajadores sanitarios que se vio en España. Como ha reconocido la directora general de la OMS, Margaret Chan, “el mundo está mal preparado para responder a cualquier emergencia sanitaria sostenida y severa” (El País, 14/10).


 


Un régimen sin anticuerpos…


 


La crisis mundial ha dejado sin anticuerpos a los países centrales para frenar la llegada de la enfermedad a sus fronteras. El presidente norteamericano advirtió que la epidemia puede propagarse a nivel mundial si no es contenida en el oeste de Africa, y no hay indicios de que ello vaya a ocurrir: la ONU afirma haber recibido sólo el 25% de los 1000 millones de dólares prometidos para enfrentar el brote. En el mismo sentido, el Wall Street Journal (10/10) ha señalado que “los aspirantes a pesos mundiales (…) han llegado demasiado tarde con muy poco a la crisis”. Los planteos de un 'Plan Marshall' para ayudar a los países más afectados (Sierra Leona, Liberia, Guinea), cuyo costo debería ascender a 30 mil millones para fines de 2015 si la enfermedad se extiende a otros países de la región, son puras declamaciones de un capitalismo senil, como lo ilustra la experiencia haitiana frente al terremoto de 2010.


 


Mientras tanto, en los países más afectados los hospitales y centros de aislamiento se encuentran colapsados, y la enfermedad hace estragos en la vida social y la situación económica, provocando -en el caso de Liberia- desplazamientos internos de la población. El representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Argentina, Pier Paolo Balladelli, estima que los sistemas de detección de los países de Africa Occidental próximos a los países más afectados podrían no estar funcionando. “No es posible que alrededor del foco de la epidemia, que por ahora causó 5000 muertos y 10.000 afectados, no haya otros casos” (Página 12, 15/10). Pronostica, también, una multiplicación de los casos fuera del continente africano.


 


… ni vacunas


 


El jefe del Centro para el Control de Enfermedades norteamericano (CDC por sus iniciales en inglés), Thomas Frieden, ha dicho que la epidemia “podría haber sido prevenida con menos del 1% de los recursos que se necesitan ahora” (Financial Times, 12/10). Demasiado tarde para lágrimas: también la vacuna se ha retrasado por problemas de financiación. Christopher Basler, microbiólogo experto en ébola, afirma que “las grandes empresas farmacéuticas no se han interesado por este tipo de virus porque hasta ahora eran muy poco comunes. El mercado es muy pequeño” (El País, 14/10). Pero a su vez, “esta cepa actual del virus, la más mortífera, se ha topado con un entorno global de crisis y recortes” (ídem), lo que ha afectado no sólo los presupuestos de investigación estatales sino incluso la atención sanitaria corriente de la población.


 


En definitiva, la fiebre hemorrágica que supo estar confinada durante cuarenta años a regiones inhóspitas del continente africano, se ha transformado en un emergente de la crisis mundial.


 


Ver también en PO 1336:


“El ébola porta una crisis política”