El 19 de junio, Brasil se moviliza

¡Fuera Bolsonaro, Mourao y el régimen antiobrero y corrupto!.

Este sábado 19 de junio se realizará en Brasil una jornada nacional de lucha contra el gobierno de Jair Bolsonaro y sus políticas sanitaria y social antiobreras y antipopulares. Será en alrededor de 300 de las más importantes ciudades de Brasil. También estará acompañado con concentraciones y actos frente a las embajadas brasileras en el mundo. En la Argentina, el Frente de Izquierda Unidad ha convocado a una concentración frente a la Embajada de Brasil, a las 13:30 horas del próximo sábado.

Récord

Brasil está a punto de llegar al trágico récord de medio millón de muertos por la pandemia de Covid. Diversos analistas han demostrado que esto no era inevitable: la cantidad de víctimas fatales podría haber sido sensiblemente menor. El conjunto del sistema de salud está colapsado. No solo faltan vacunas para inmunizar a la población, sino los instrumentos y medicamentos para enfrentarlo (oxígeno, respiradores, terapias intensivas, etc.).

Y la actitud de Bolsonaro y su régimen es afirmar que no es para tanto: que los gobernadores han “inflado” las estadísticas de fallecidos. En lugar de movilizar el país para enfrentar la pandemia, se opone a las medidas de cuarentena y al uso de barbijos. Dice que se trata de una “gripezinha” y aconseja remedios caseros para tratarlo.

Desde el punto de vista social había dejado sin efecto, a fines del año pasado, los subsidios a los desocupados que no tienen asegurados ingresos monetarios. Los ha debido restablecer, por montos menores, debido a la fuerte presión social. Recién ahora aumentaría este subsidio a 250 reales por familia.

El Senado es cómplice de este crimen de lesa humanidad. Ha conformado una comisión para investigar si ha sido (y está siendo) correcta la política del jefe de Estado frente a la pandemia. Mientras siguen muriendo miles cada día y el pueblo explotado se hunde en la miseria social. Aquí rige la máxima que alguna vez planteara Perón: si un gobierno quiere que no se modifique su política cuestionada sobre algún tema, debe formar una “comisión para que se investigue” y que pase el tiempo y quede en la nada.

La movilización popular del 29 de mayo

Esta jornada está precedida por las movilizaciones populares que se desarrollaron en numerosas ciudades el 29 de mayo pasado. Decenas de miles salieron a las calles: las corrientes de izquierda, activistas sindicales, movimientos feministas, etcétera.

Las grandes ausentes fueron las centrales obreras dirigidas por la burocracia sindical (¡CUT!) y el PT, que boicotearon esta jornada de lucha. Sectores del sindicalismo y el PT que se esforzaron no solo en no participar, sino que activaron para boicotearla. Lula (el expresidente y dirigente del PT) no abrió la boca, no se pronunció. Porque está en contra de que los trabajadores paren, se movilicen y apliquen medidas de acción directa. Su “estrategia” anunciada es no caer en “provocaciones” y concentrarse en que Bolsonaro sea derrotado en las elecciones de octubre de 2022. Se ha transformado directamente en un claro factor de desmovilización de las masas.

La repercusión que tuvo la jornada de lucha del pasado 29 de mayo fue, básicamente, producto de la izquierda y el activismo juvenil y obrero que la tomó en sus manos. Y fue una reacción directa frente a la parálisis de la CUT y demás centrales obreras burocráticas. Estas habían entregado las calles el 1° de Mayo a Bolsonaro. Mientras las centrales hacían un “streaming” de conciliación de clases, trayendo como protagonistas a personajes como el expresidente Fernando Henrique Cardoso y otros políticos burgueses reaccionarios, Bolsonaro movilizó a miles de simpatizantes derechistas con un claro lenguaje de lucha de clases, contra los trabajadores y la izquierda. El de la CUT fue un acto en favor de un “frente amplio” para las elecciones de 2022.

El impacto del 29 de mayo

Fueron las movilizaciones más grandes desde el ascenso de Bolsonaro en 2019. Y lo que estaba claro -para todo el activo de vanguardia- es que exigía continuidad. Las burocracias de las centrales sindicales se resistían, siguiendo la política de contención y electoralismo del PT, a convocar a nuevas medidas de lucha. En sus reuniones intercentrales no “había consenso”. Pero el temor de que se repitiera una nueva jornada nacional de lucha, no solo sin el apoyo de las centrales, sino denunciando directamente la pasividad colaboracionista de sus burocracias, las obligó a convocar para el 19J. Un dirigente del PT planteó: “tenemos que ser creativos en las formas de lucha, pero no podemos retirarnos de las manifestaciones”. Finalmente, la burocracia “consensuó” la jornada del sábado 19. Aunque algunas burocracias anunciaron (¿agregando?) concentraciones propias el viernes 18.

Pero se “equivoca” este dirigente. No hace falta ser “creativos”: hay que volver a los “viejos” métodos de lucha. Es necesario un plan de lucha nacional con paros y marchas hacia la huelga general. La puesta en acción de la clase obrera hará saltar por los aires el sistema bolsonarista.

¡Fuera Bolsonaro, Mourão y todo el régimen antiobrero y corrupto!

Prácticamente “todo el mundo” que se movilice este sábado 19 lo hará bajo la consigna “¡Fuera Bolsonaro!”. Pero hay dos maneras de encararla. La de Lula, el PT y las burocracias de las centrales sindicales, que plantean “desgastar” a Bolsonaro para sacarlo en las elecciones de octubre 2022, formando un “frente amplio” con sectores de las clases dominantes, de clara trayectoria reaccionaria (un cambio gatopardista que deje en pie la estructura económica-social de explotación y entrega). Y si la situación se sale de control, poner en marcha -lo que Lula declaró varias veces que no quiere- un impeachment (juicio político) en el Congreso para reemplazarlo en forma “institucional”.

La otra es la de gran parte del activismo juvenil y obrero que no está dispuesto a esperar un año y medio, en mitad de una masacre sanitaria, social y represiva. Se trata no solo de echar a Bolsonaro, sino a su continuidad: el vicepresidente, el general Hamilton Mourão y el régimen corrupto cómplice que lo sostiene. ¡Fuera Bolsonaro, Mourão y el régimen corrupto! Y el objetivo debe ser, no el de reemplazar al bolsonarismo por un “nuevo régimen” con políticos burgueses reaccionarios y antiobreros. Necesitamos un frente unido de todas las corrientes obreras y de izquierda que batalle por un plan de lucha nacional con medidas continuadas y crecientes hacia la huelga general. Por un subsidio de 600 reales -para todo aquel que no tenga ingreso salarial en blanco- mientras dure la pandemia. Derogación de las reformas laborales y previsionales antiobreras. Por un salario igual a la canasta familiar. Por un plan de acción centralizando la medicina privada (sanatorios, farmacéuticas) por el Estado, para enfrentar la catástrofe pandémica: triplicar el presupuesto de salud bajo control directo de profesionales y trabajadores de la salud. Tomar todas las medidas de cuarentena necesarias hasta que se ponga en marcha el sistema sanitario.

El activismo juvenil y obrero puede “usar” la jornada nacional de lucha del 19J para avanzar en la organización independiente de los trabajadores y explotados. Asambleas, plenarios coordinadores, preparando el terreno para un gran congreso nacional de trabajadores que organice la resistencia y promueva un plan de lucha nacional.