El “caballo de Troya” apunta a Rusia

UCRANIA

Ucrania se encuentra frente a un defol inminente. El primer ministro proyanqui propuso privatizar los oleoductos que transportan el gas ruso, lo que generó una crisis política de proporciones. El FMI evalúa reestructurar los pagos del préstamo otorgado hace menos de tres meses, por el miedo a los efectos del default. Sólo la campaña militar logra ocultar la crisis económica y posponer un enfrentamiento radical de las masas contra el programa de ajuste fondomonetarista llevado adelante por Porochenko.

> on February 20, 2014 in Kiev, Ukraine.


La Otan denunció el envió de un convoy de ayuda humanitaria rusa como el primer paso de una intervención militar de gran escala en el este de Ucrania. Ninguna denuncia se realizó, sin embargo, cuando el parlamento ucraniano permitió el ingreso de más de 1.000 agentes de las fuerzas de seguridad australiana, holandesa y malaya en territorios ocupados por los rebeldes. El “caballo de Troya”, en este caso, no contenía ni soldados ni armas, sólo alimentos, medicinas y provisiones para las sitiadas ciudades de Donetsk y Lugansk. En el último mes, desde el derribo del vuelo MH17, la presión militar se incrementó y el retroceso de las milicias rebeldes es evidente. Sólo la invasión sionista a Gaza puso en un segundo plano la masacre en curso en Ucrania. El financiamiento de la campaña militar, en tanto, llevó a una crisis parlamentaria y a la ruptura de la coalición de gobierno. Se votaron impuestazos para financiar la escalada bélica.

Todos los caminos llevan a Rusia

Luego del derribo del MH17, los yanquis lograron imponer a la Unión Europea la aplicación de un paquete unificado de sanciones contra Rusia. Pese a que no incluyen la venta de gas ni los contratos militares previos, los efectos de las sanciones sobre la economía rusa son devastadores. La fuga de capitales, la devaluación del rublo, sumado al aumento de la tasa de interés por parte del banco central, han puesto a Rusia al borde de la recesión. Los vencimientos de deuda de los próximos dos años no podrán ser refinanciados en bancos internacionales. La dependencia financiera de Rusia con el capital financiero internacional es total. Sus bancos dependen del crédito externo y debieron acudir al auxilio del banco central para evitar la quiebra, debido a las sanciones. Desde el comienzo de la crisis en Ucrania, Rusia tuvo que suspender cuatro emisiones de deuda. Pese al aumento del precio del petróleo en los últimos diez años, la balanza de pagos con el exterior se redujo en términos del porcentaje del PBI. La petrolera estatal Rosfnet, cuyo 20% del capital está en manos de British Petroleum, tiene una deuda gigantesca. La respuesta de Putin fue lanzar, por primera vez desde que asumió, un impuestazo generalizado y pasar contribuciones de los fondos de pensiones privadas al presupuesto federal. La “Anses rusa” estará a disposición del pago de la deuda externa.

La agenda del capital financiero

La agenda del capital financiero internacional no se circunscribe a normalizar Ucrania. El caballo de Troya apunta a convertir a Rusia en una semicolonia del imperialismo norteamericano, a reprivatizar los recursos gasíferos y petroleros de Rusia, y a cerrar el ciclo de nacionalizaciones parciales que recorrieron la última década. La salida a la bancarrota capitalista internacional, que ingresará en su octavo año, impone una mayor penetración capitalista en los territorios de la ex Unión Soviética, la colonización de su gigantesco parque industrial y la reconversión de su economía en una simple productora de materias primas. Estados Unidos y la UE ocupan posiciones antagónicas en este proceso. Putin busca apoyarse en China como contrapeso a la subordinación política de la UE para con Estados Unidos. La firma de un acuerdo de provisión de gas por treinta años con Pekín, a precios de remate, fue presentado como un triunfo diplomático de Rusia. China tiene su propio interés en acceder a fuentes de energía como las rusas, pero no está interesada en ningún tipo de enfrentamiento de envergadura con la UE, su principal socia comercial, ni con Estados Unidos.

Putin
Putin no puede permitir que conviertan a Ucrania en un protectorado de la Otan sin que su cabeza cuelgue de un piolín. Fracasó en imponer una reforma constitucional que federalice a Ucrania y otorgue autonomías a las regiones. La derrota de los rebeldes a manos del gobierno ucraniano garantizarían la extensión de la Otan a las fronteras rusas. El siguiente paso es la destrucción del vínculo económico entre el este industrial y Rusia. Asistimos a una reconfiguración de acuerdos políticos e internacionales que dominaron el escenario político en los últimos 25 años. El imperialismo busca una salida a la crisis capitalista internacional con sus propios métodos, engendrando convulsiones, crisis, guerras y revoluciones.

Martín Corbatta