El clasismo avanza en los sindicatos

El Partido de los Trabajadores de Uruguay acaba de obtener importantes conquistas en una seguidilla de elecciones realizadas en algunos de los más importantes sindicatos uruguayos: las listas integradas e impulsadas por el PT lograron, por primera vez, cargos en las directivas de Adeom (municipales de Montevideo), Aebu (bancarios) y Casmu (sanatorios de socorros mutuos).


Adeom


Durante todo el año pasado, el gremio de los municipales de Montevideo luchó contra el gobierno comunal frenteamplista, que pretendía imponer una política de flexibilización, tercerización, privatizaciones, despidos y rebaja salarial. El punto más alto de esta resistencia obrera fue la huelga de los recolectores de residuos, con ocupación de los playones, para impedir la reducción de las dotaciones de los camiones recolectores de 3 a 2 compañeros. Una parte del servicio de recolección ya había sido privatizado por el gobierno frenteamplista en beneficio del pulpo argentino Benito Roggio. Durante el 2000, también, el gobierno municipal hostilizó a la directiva de Adeom (integrada mayoritariamente por la Corriente de Izquierda del Frente Amplio), impulsando a su oposición (la Lista 3 integrada por el PS, el PC y Asamblea Uruguay).


En las elecciones realizadas a fines de abril, la lista del PC-Asamblea Uruguay ganó el sindicato por un margen de apenas 13 votos (sobre un total de 4.000) a la lista de la Corriente de Izquierda. Para ello, el PC debió ‘abrirse’ de la Lista 3, que quedó fisonomizada como “la lista del intendente” (según el semanario Búsqueda, sus integrantes se reunieron con funcionarios municipales para “planificar la campaña electoral”) y sufrió una derrota espantosa. Según algunos, “la dispersión opositora formaría parte de una táctica previamente definida: acumular por separado para establecer alianzas poselectorales” (Brecha, 4/5). Pero esto fracasó. De los 6 cargos en la directiva que tenía la vieja Lista 3, sus componentes caen ahora a 5 (4 del PC y 1 del PS). El gobierno frenteamplista de Montevideo no ha alcanzado en las elecciones su objetivo de “aplastar” a la antigua conducción e imponer una dirección incondicional en Adeom.


La victoria del PC en Adeom está inflada, por las divisiones que sufrió la mayoría de la ex Directiva, que fue en tres listas diferentes (dos de la Corriente de Izquierda y una del MRO *Movimiento Revolucionario Oriental). En conjunto, estas tres listas obtuvieron unos 1.500 votos (contra 1.300 de las listas del PC y el PS).


En este cuadro, lo verdaderamente novedoso y políticamente significativo, fue la presentación de una lista de frente único (la 1980) integrada por el PT y un agrupamiento de los trabajadores de la recolección de residuos, que estuvo a la cabeza de la huelga y la ocupación de los playones de junio pasado. La lista, que obtuvo 215 votos (el 70% de ellos de los playones) y un cargo en la Directiva, refleja la experiencia política de la vanguardia activa del gremio con el gobierno municipal frenteamplista y su reagrupamiento sobre un eje de independencia de clase. Después de las elecciones, el agrupamiento electoral del PT y de los recolectores se orienta a fusionarse para crear un único agrupamiento clasista en Adeom.


La noche de las elecciones, cuando las listas mayoritarias no tenían mucho para festejar, los únicos que cantaban eran los compañeros de la 1980, con plena conciencia de la conquista política que habían obtenido.


Bancarios (Aebu)


En las elecciones de uno de los gremios más importantes del Uruguay, el ‘paraíso financiero’ del Cono Sur, la lista impulsada por el PT conquistó un cargo en el Consejo Central de Aebu y tres en el Consejo de la Banca Oficial.


El PT, que tiene su representación sindical más fuerte en el Banco de Seguros del Estado (BSE), impulsó la formación de una lista común con los agrupamientos de oposición de los otros dos grandes bancos oficiales (el Hipotecario y el República), orientados por las corrientes de izquierda del Frente Amplio. Esta lista común obtuvo mil votos y logró 3 cargos (de los 11 en disputa) en el Consejo de Banca Oficial. Por primera vez, el oficialismo de Aebu (integrado por toda el ala derecha del Frente Amplio) pierde la mayoría absoluta en la banca oficial (cayó de 6 a 5 cargos).


En el BSE, la lista clasista obtuvo el 25% de los votos y una votación aún mayor entre los sectores más proletarizados (mantenimiento, maestranza, ordenanzas).


Casmu


En este sindicato, que agrupa a los 3.000 trabajadores de la red de sanatorios que tienen como patronal al sindicato de médicos, se libró un importante proceso de lucha el año pasado, con huelgas y ocupaciones de sanatorios.


El PT impulsó la formación de un frente clasista, que integró junto al agrupamiento del MPP y dos agrupamientos de trabajadores de base. Enfrentaron al oficialismo, integrado por todas las corrientes derechistas del Frente Amplio, y al PC.


El frente clasista realizó una gran votación y obtuvo 4 cargos en la directiva de Casmu (sobre 9 en disputa); la derecha del FA también consiguió 4 cargos, y el PC se quedó con el restante. En la directiva de Casmu quedó instalada una muy fuerte presencia clasista.


La gran votación del frente clasista es un resultado directo de la experiencia de lucha del año pasado: en los sanatorios que estuvieron en conflicto, la lista clasista le ganó por 4 a 1 a la lista de la Directiva (pero perdió por la misma proporción entre los sectores administrativos y los sanatorios con menor experiencia combativa).


La conquista de estas posiciones sindicales, que es el resultado de la experiencia de una vanguardia obrera enfrentada con el Frente Amplio, tanto en el gobierno como en la ‘oposición’, y con la burocracia sindical frenteamplista, amplía el campo de intervención del PT de Uruguay en la lucha por la independencia de clase.