El derrumbe de la “transición” en Egipto

La decisión del Tribunal Supremo Constitucional de Egipto, de ratificar la candidatura del ex premier de Mubarak, Ahmed Shafik, operó como un golpe de Estado que, de paso, suprimió el parlamento (Cámara baja), que había establecido un veto político a los funcionarios del régimen anterior. Se espera que en un plazo breve se anuncie la disolución de la Cámara alta. Los militares comunicaron, al mismo tiempo, su versión de la Declaración Constitucional, lo que les ha permitido limitar los poderes del próximo presidente. En este cuadro tuvo lugar el balotaje entre Shafik y el candidato de la Hermandad Musulmana, Mohamed Mursi. El golpe terminó de hacer "saltar por los aires" -como describió el diario El País- la transición.


El triunfo de la HM


Aunque el contexto anunciaba el triunfo de Shafik, los resultados provisionales dan un triunfo por estrecho margen del candidato islamista, Mursi. Este tiene los días contados, tanto si acepta fungir de títere de la Junta como si intenta ignorarla.


La transición ha muerto, pero la crisis social y política está más viva que nunca.