El DIP en la rebelión

Reproducimos, a continuación, una parte del texto que nos envian los compañeros del Partido Revolucionario de los Trabajadores (DIP).

El Partido Obrero Revolucionario (DIP), sección turca de la CRCI, está inmerso totalmente en la lucha desde el primer día de la rebelión.


Nuestros compañeros estaban en la vanguardia de las masas con la gente que enfrentaba a la policía en Istiklal en plaza Taksim el viernes por la noche. Desde el sábado, han estado presentes en la liberada plaza Taksim de manera ininterrumpida y, por supuesto, han participado en reuniones de coordinación celebradas por una plétora de organizaciones con el fin de decidir sobre políticas, seguridad y cuestiones logísticas. Hemos distribuido dos folletos en cantidades de decenas de miles que plantean las salidas.


Organizamos charlas de agitación y propaganda que hablan del papel del partido como dirección entre los vecinos de la plaza. También hemos participado de lleno en las luchas en otras ciudades donde estamos presentes (Izmir, Ankara, Antalya, Adana, Antep), donde las condiciones son mucho más difíciles porque la policía actúa más brutalmente y todavía no baja la guardia.


La línea política del DIP ha sido clara desde el segundo día de la rebelión (1º de junio), cuando hicimos público nuestro primer folleto (el otro fue difundido el 3 de junio). Hacemos todo lo posible para situar a la clase obrera en el centro de la rebelión popular.


Expresamos claramente que para que una real victoria se concrete, la rebelión debe abarcar las exigencias de la clase y asumir formas organizativas que son naturales a la clase obrera. Para ello, desde el principio hemos hecho la propuesta muy concreta que la huelga de todo el sector Kesk (trabajadores del Estado) anunciada de 5 de junio se convierta en una huelga general, cuando nadie hablaba incluso de la acción de los trabajadores en relación con la rebelión popular. Las tradiciones movimentistas de la izquierda turca y la falta de confianza en el proletariado como resultado de la erosión ideológica de las últimas dos o tres décadas invisibiliza totalmente este tipo de enfoque. En ambos folletos convocamos a la huelga general, complementando esto con nuestros lemas en la plaza Taksim.


La idea de una huelga general luego fue considerada por los círculos más progresistas del sindicalismo a partir del tercer día (domingo 2 de junio), e incluso se afirma que al menos Disk (la Confederación de Sindicatos Progresistas de Turquía) habría brindado su apoyo a la huelga que convoca Kesk. Esto probablemente sea un balón de aire caliente, pues es bastante difícil que uno o dos sindicatos importantes traten de organizar una huelga. Cualquier noticia sobre una "huelga general" en Turquía debe manejarse con precaución.


El DIP también está advirtiendo al movimiento que aunque la exigencia de que "Erdogan dimita" sea atractiva, esto no es realmente una posibilidad concreta a la orden del día y que debemos ir por algunos otros jefes, empezando por el ministro del Interior, al que llamamos "Muammer el Químico". Comparamos a los agentes vestidos de civil que a fuerza de gases y palos provocaron un verdadero terror entre las multitudes en Estambul y Izmir con los Baltadjis de Mubarak durante la Batalla del Camello o los Shabiha de Beshar Assad, y exigimos una investigación completa de la actuación totalmente inexplicable de estos matones.


La perspectiva estratégica de DIP es, por supuesto, establecer una hegemonía de la clase obrera dentro de la rebelión popular con el fin de allanar el camino a la revolución permanente.


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