Internacionales
11/11/2004|876
¿El final del camino?
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Entre 20 y 30.000 personas de 70 países, mayoritariamente jóvenes, han participado de los eventos y debates realizados durante el Foro Social Europeo en Alexandra Palace (norte de Londres) y en el Centro de Londres, del 14 al 17 de octubre, y el último día más de 70.000 se han sumado a la manifestación anti-bélica en la capital británica, desde Russell Square a Trafalgar Square.
Aunque más reducido que los encuentros anteriores del FSE, en París el año pasado y sobre todo en Florencia en noviembre de 2002, este último fue muy exitoso en términos británicos y demostró que sigue atrayendo a una cantidad importante de gente, pero que se reduce en forma gradual, particularmente en lo que respecta a la generación más joven de activistas en los movimientos antibélicos y anti-globalización. Más importante que el número decreciente de asistentes son las contradicciones políticas, que se estaban acumulando en los últimos años en lo que se ha llamado el “proceso del Foro Social** y que, exacerbadas por la guerra imperialista en Afganistán e Irak, han emergido agudamente en Londres cubriendo de tinieblas el futuro de todo el proyecto.
Lo agudo de los conflictos está relacionado directamente con la naturaleza política de las fuerzas responsables de la organización, principalmente el Socialist Workers Party (SWP-Partido Socialista de los Trabajadores) británico, la organización madre de la International Socialist Tendency (IST-Tendencia Socialista Internacional), ‘capitalistas de Estado* en la jerga trotskista, por la teoría de su fundador, el difunto Tony Cliff, que describía a la Unión Soviética como un país con capitalismo de Estado), junto a sus aliados de ‘Socialist Action’, el grupo de consejeros que rodean al alcalde laborista de Londres y ex radicalizado ex-“Red" [Rojo] Ken Livingston, que ñnanció el evento política y financieramente. Los liberales del diario Guardian, los pacifistas y la Asociación Musulmana Británica fueron otros patrocinantes del FSE en Londres, dándole un distinguido tufillo reformista-liberal.
En los últimos años, el SWP ha estado y está entrando en fricciones crecientes con sus socios en el continente, los franceses de Attac -apoyados por la Ligue Communiste Revolutionnaire (LCR-Liga Comunista Revolucionaria), sección francesa del Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional. Los italianos del Partido de Refundación Comunista hacen de equilibrio y juegan el rol de mediadores entre los dos campos opuestos. Los británicos le dan prioridad a la lucha contra las guerras imperialistas en Medio Oriente y Asia Central, mientras los franceses, sobre todo los de Attac, se oponen a tal orientación aduciendo que subestima los problemas sociales y la “lucha por una Europa social y democrática”. No es ninguna casualidad que Bemard Cassen, el antiguo presidente de Attac y todavía su ‘eminencia gris’, se haya opuesto a la decisión histórica, tomada en Florencia, de organizar el 15 de febrero del 2003 la primera manifestación anti-bélica mundial simultánea, contra la inminente guerra en Irak.
Pero mientras el SWP británico le da un fuerte énfasis a la cuestión de la guerra, subestima los problemas sociales, separándolos de la lucha contra la guerra, obviamente para no irritar a sus aliados locales como el diputado ex-laborista Galloway. el alcalde Livingston, otros socialdemócratas y, sobre todo, la dirección burguesa de la Asociación Musulmana Británica.
Las dos tendencias lideradas por los protagonistas británicos y franceses de la “anti- globalización" están chocando, sin presentar una verdadera perspectiva a los activistas que se unen al movimiento y produciendo una enorme frustración. Esta frustración irrumpió violentamente durante la última parte del FSE en Londres.
Un plenario sobre la ocupación en Irak, realizado el viernes 15 de octubre, se disolvió porque los organizadores, la ‘Stop the War Coalition´ (Coalición Paremos la Guerra), liderada por el SWP, insistió en mantener como orador invitado al colaboracionista Subhi Al Mashadani, de la Federación Sindical Iraquí. Varias docenas de iraquíes presentes protestaron y pidieron que se sacara a Al Mashadani de la lista de oradores. La Stop the War Coalition se rehusó, a pesar de que varios días antes había emitido una declaración rompiendo sus lazos con la Federación Sindical Iraquí por “rogarle a la Conferencia del Partido Laborista que le dé la bienvenida al primer ministro iraquí títere, Allawi” y “haber hecho un enérgico lobby sobre los afiliados sindicales del Partido Laborista para oponerse a la moción que pide a Blair establecer una fecha anticipada para el retiro de las tropas británicas en Irak*. Olvidando lo que ellos mismos habían declarado, y perdonando a lo6 traidores, los organizadores de la Stop the War Coalition defendieron la presencia de este simpatizante de AJlawi y las tropas de ocupación. Al Mashadani. El plenario fue interrumpido y terminado, dañando las sensibilidades democráticas de los liberales del SWP.
El siguiente incidente importante fue el sábado 16 de octubre, por la noche. Se convocó un plenario sobre anti-fascismo, invitando como orador al alcalde londinense Ken Livingston, el gran benefactor financiero del FSE. Un grupo de 200 anarquistas y otros activistas se introdujeron en el Alexandra Palace, negándose a pagar la cifra exorbitante de entrada (¡20 libras británicas!); se subieron al escenario interrumpiendo el acto y abriendo banderas con las inscripciones “El Partido de Ken es el Partido de la Guerra“, así como con la parodia del conocido slogan reformista ‘anti-globalización´: “Otro Mundo Está en Venta“. Livingston no fue, el acto se terminó y Alex Callinicos, líder y teórico del SWP, dio a conocer una declaración que denuncia a los intrusos como racistas y “ladrones de teléfonos celulares”…
El incidente continuó al día siguiente, durante la manifestación a Trafalgar Square. La policía había hecho algunas ‘detenciones preventivas* de autonomistas italianos y griegos en la estación King Cross. y cuando un autonomista intentó hablar en el escenario en Trafalgar fue sacado violentamente. Los autonomistas acusan a los organizadores del SWP y el FSE de ‘entregarlos´ a la policía y el SWP/FSE acusa a los anarquistas de interrumpir la manifestación anti-democráticamente provocando la intervención policial.
Estos incidentes podrían considerarse de importancia secundaria si no fuesen la expresión de una creciente frustración, no entre los anarquistas, sino entre los jóvenes activistas en general con relación al callejón sin salida político del Foro Social en sí, la bancarrota de las dos tendencias que luchan por liderarlo -y manipularlo.
Esta bancarrota se toma obvia considerando el hecho de que, a pesar de la animosidad faccional entre el SWP británico y los franceses de Attac y la LCR, el sábado a la noche hubo una reunión especial de representantes de ambos lados con la mediación de los italianos de Refundación Comunista, de Bertinotti, y llegaron entre ellos a un acuerdo podrido. Se presentó la mañana siguiente, el domingo 17 de octubre, como un hecho consumado en la Asamblea de Movimientos Sociales, ese glorioso cuerpo de “democracia directa", y fue votado. ¡Qué democracia!
La “Convocatoria de la Asamblea de Movimientos Sociales” -el documento del compromiso anglo-francés- llama a una serie de movilizaciones, particularmente a una manifestación central “contra la guerra, el racismo y una Europa neo-liberal, por una Europa de derechos y solidaridad" el 19 de marzo de 2005, durante la reunión del Consejo Europeo en Brujas, Bélgica.
El próximo FSE se pospuso hasta marzo 2006. Se realizará en Atenas, Grecia, a pesar de los enormes problemas políticos y organizativos que enfrentan los representantes locales del Foro. La elección del tiempo y lugar fue hecha para encontrar el tiempo para forjar una especie de compromiso más estable dentro del FSE, a fin de evitar su implosión terminal. Hay una impresión creciente de que el proceso del Foro Social ha llegado al final del camino. Entonces, tratan de revivirlo mediante compromisos, diplomacia secreta y acuerdos podridos.
El texto del acuerdo de Londres no desafía en ninguna parte a la Unión Europea; sólo intenta presentar la utopía abstracta y reaccionaria de una Europa capitalista reformada, “social y democrática".
Con relación a Medio Oriente, y a pesar de la retórica islamófila, pro-árabe, pro-Palestina del SWP, la convocatoria declara que los “iraquíes son prisioneros de la guerra y el terror”, condenando tanto la barbarie de la ocupación imperialista como la lucha armada de la resistencia iraquí. Apoya “los movimientos palestinos e israelíes que pelean por una paz justa y duradera” y se refiere a la autoridad de la Corte Internacional de la ONU y al “voto unánime de los países europeos en la Asamblea General de la ONU” para legitimar “el llamado a que termine la ocupación israelí y que se desmantele el muro del apartheid”. En otras palabras, no sólo un reconocimiento oficial del Estado de Israel y el rechazo a cualquier idea de una república democrática, laica y socialista en todo el territorio histórico de Palestina donde judíos y árabes vivan juntos, sino que promueve desvergonzadamente los objetivos de los imperialistas europeos en Medio Oriente, encubriendo su hipocresía pro-árabe y dándole legitimidad a la moribunda ‘Cocina de los Ladrones’ imperialista, las Naciones Unidas y todos sus organismos, cortes y asambleas.
Con tales políticas proimperialistas, el copamiento del movimiento antiglobalización por las direcciones del Foro sólo puede generar confusión y desorientación. Entonces los incidentes no son accidentales.
Por el otro lado, los intentos de corrientes autonomistas y centristas de construir una alternativa al Foro Social Mundial, al Foro Social Europeo, etc., son lastimosos. Los grupos que pertenecen a ‘People’s Global Action’ (PGA, Acción global de los Pueblos) intentaron organizar un contra-Foro en Londres que fue un fracaso, tanto en número como en contenido político. ¡El título de tal ‘contra-evento’ es sintomático de la enfermedad política que conlleva: “Vida a pesar del Capitalismo”!
Durante el FSE principal, en Alexandra Palace, en un plenario sobre economía mundial donde participó el conocido economista del Tercer Mundo Samir Amin, la propuesta principal de un orador británico ha resumido la naturaleza desastrosa de todo el proyecto: “Construir una alianza entre el trabajo y al industria (!) contra el dominio global de las finanzas”. En otras palabras, se propuso la colaboración de clases entre trabajadores y capitalistas industriales contra los financistas para resolver IA crisis del capitalismo mundial. En el ‘contra-Foro’ de los autonomistas se propuso ignorar al capitalismo (y su Estado) completamente y vivir “a pesar del capitalismo”, o incluso “hacer la revolución sin tomar el poder" (John Holloway).
Los partidos y organizaciones de la CRCI en Europa no ignoramos la presencia de miles de jóvenes y activistas en tales eventos; por esta razón el EEK de Grecia y su organización juvenil, junto a Progetto Comunista de Italia, junto a compañeros de Gran Bretaña, Africa y Medio Oriente, intervinimos en el FSE y participamos en la manifestación contra la guerra con nuestra columna independiente, bajo nuestra propia bandera, con consignas contra la guerra de terror imperialista y por el derrocamiento de los gobiernos imperialistas de criminales de guerra.
Teníamos un puesto en Alexandra Palace todos los días con nuestros volantes, panfletos, copias del periódico de la CRCI -El Obrero Internacional—, etc. Intervinimos en distintas reuniones. Savas Michael fue invitado y habló en un aula llena en Birkbeck College, en el centro de Londres, integrando un panel organizado por la revista marxista Critique, sobre “La Declinación del Capitalismo”. La delegación del EEK también hizo campaña en apoyo de la huelga de hambre de los prisioneros políticos en Grecia. Hicimos muchos contactos y tuvimos debates con compañeros de muchos países y continentes.
La Cuarta Internacional puede ser construida no mediante el abstencionismo sectario sino mediante la intervención activa y sistemática en todos los movimientos de masas, bajo su bandera independiente y con su programa revolucionario.
Europa sigue siendo un frente crucial en esta nueva etapa, de conflictos recrudecidos, de la revolución socialista mundial.
21 de octubre de 2004