¿El final del camino?

Entre 20 y 30.000 personas de 70 paí­ses, mayoritariamente jóvenes, han participado de los eventos y debates realizados durante el Foro Social Europeo en Alexandra Palace (norte de Londres) y en el Centro de Londres, del 14 al 17 de octubre, y el último día más de 70.000 se han suma­do a la manifestación anti-bélica en la capi­tal británica, desde Russell Square a Trafalgar Square.


Aunque más reducido que los encuentros anteriores del FSE, en París el año pasado y sobre todo en Florencia en noviembre de 2002, este último fue muy exitoso en térmi­nos británicos y demostró que sigue atrayen­do a una cantidad importante de gente, pero que se reduce en forma gradual, particular­mente en lo que respecta a la generación más joven de activistas en los movimientos anti­bélicos y anti-globalización. Más importante que el número decreciente de asistentes son las contradicciones políticas, que se estaban acumulando en los últimos años en lo que se ha llamado el “proceso del Foro Social** y que, exacerbadas por la guerra imperialista en Af­ganistán e Irak, han emergido agudamente en Londres cubriendo de tinieblas el futuro de todo el proyecto.


Lo agudo de los conflictos está relaciona­do directamente con la naturaleza política de las fuerzas responsables de la organización, principalmente el Socialist Workers Party (SWP-Partido Socialista de los Trabajado­res) británico, la organización madre de la International Socialist Tendency (IST-Tendencia Socialista Internacional), ‘capitalis­tas de Estado* en la jerga trotskista, por la teoría de su fundador, el difunto Tony Cliff, que describía a la Unión Soviética como un país con capitalismo de Estado), junto a sus aliados de ‘Socialist Action’, el grupo de con­sejeros que rodean al alcalde laborista de Londres y ex radicalizado ex-“Red" [Rojo] Ken Livingston, que ñnanció el evento polí­tica y financieramente. Los liberales del dia­rio Guardian, los pacifistas y la Asociación Musulmana Británica fueron otros patroci­nantes del FSE en Londres, dándole un dis­tinguido tufillo reformista-liberal.


En los últimos años, el SWP ha estado y está entrando en fricciones crecientes con sus socios en el continente, los franceses de Attac -apoyados por la Ligue Communiste Revolutionnaire (LCR-Liga Comunista Revoluciona­ria), sección francesa del Secretariado Unifi­cado de la Cuarta Internacional. Los italianos del Partido de Refundación Comunista hacen de equilibrio y juegan el rol de mediadores en­tre los dos campos opuestos. Los británicos le dan prioridad a la lucha contra las guerras imperialistas en Medio Oriente y Asia Cen­tral, mientras los franceses, sobre todo los de Attac, se oponen a tal orientación aduciendo que subestima los problemas sociales y la “lu­cha por una Europa social y democrática”. No es ninguna casualidad que Bemard Cassen, el antiguo presidente de Attac y todavía su ‘eminencia gris’, se haya opuesto a la decisión histórica, tomada en Florencia, de organizar el 15 de febrero del 2003 la primera manifes­tación anti-bélica mundial simultánea, contra la inminente guerra en Irak.


Pero mientras el SWP británico le da un fuerte énfasis a la cuestión de la guerra, su­bestima los problemas sociales, separándo­los de la lucha contra la guerra, obviamente para no irritar a sus aliados locales como el diputado ex-laborista Galloway. el alcalde Livingston, otros socialdemócratas y, sobre todo, la dirección burguesa de la Asociación Musulmana Británica.


Las dos tendencias lideradas por los pro­tagonistas británicos y franceses de la “anti- globalización" están chocando, sin presentar una verdadera perspectiva a los activistas que se unen al movimiento y produciendo una enorme frustración. Esta frustración irrumpió violentamente durante la última parte del FSE en Londres.


Un plenario sobre la ocupación en Irak, realizado el viernes 15 de octubre, se disol­vió porque los organizadores, la ‘Stop the War Coalition´ (Coalición Paremos la Gue­rra), liderada por el SWP, insistió en mante­ner como orador invitado al colaboracionista Subhi Al Mashadani, de la Federación Sin­dical Iraquí. Varias docenas de iraquíes pre­sentes protestaron y pidieron que se sacara a Al Mashadani de la lista de oradores. La Stop the War Coalition se rehusó, a pesar de que varios días antes había emitido una de­claración rompiendo sus lazos con la Federa­ción Sindical Iraquí por “rogarle a la Confe­rencia del Partido Laborista que le dé la bienvenida al primer ministro iraquí títere, Allawi” y “haber hecho un enérgico lobby so­bre los afiliados sindicales del Partido Labo­rista para oponerse a la moción que pide a Blair establecer una fecha anticipada para el retiro de las tropas británicas en Irak*. Ol­vidando lo que ellos mismos habían declara­do, y perdonando a lo6 traidores, los organi­zadores de la Stop the War Coalition defen­dieron la presencia de este simpatizante de AJlawi y las tropas de ocupación. Al Masha­dani. El plenario fue interrumpido y termi­nado, dañando las sensibilidades democráti­cas de los liberales del SWP.


El siguiente incidente importante fue el sábado 16 de octubre, por la noche. Se con­vocó un plenario sobre anti-fascismo, invi­tando como orador al alcalde londinense Ken Livingston, el gran benefactor financiero del FSE. Un grupo de 200 anarquistas y otros activistas se introdujeron en el Alexandra Palace, negándose a pagar la cifra exorbitan­te de entrada (¡20 libras británicas!); se subieron al escenario interrumpiendo el acto y abriendo banderas con las inscripciones “El Partido de Ken es el Partido de la Guerra“, así como con la parodia del conocido slogan reformista ‘anti-globalización´: “Otro Mundo Está en Venta“. Livingston no fue, el acto se terminó y Alex Callinicos, líder y teórico del SWP, dio a conocer una declaración que de­nuncia a los intrusos como racistas y “ladro­nes de teléfonos celulares”…


El incidente continuó al día siguiente, durante la manifestación a Trafalgar Squa­re. La policía había hecho algunas ‘detencio­nes preventivas* de autonomistas italianos y griegos en la estación King Cross. y cuando un autonomista intentó hablar en el escena­rio en Trafalgar fue sacado violentamente. Los autonomistas acusan a los organizado­res del SWP y el FSE de ‘entregarlos´ a la po­licía y el SWP/FSE acusa a los anarquistas de interrumpir la manifestación anti-democráticamente provocando la intervención policial.


Estos incidentes podrían considerarse de importancia secundaria si no fuesen la ex­presión de una creciente frustración, no en­tre los anarquistas, sino entre los jóvenes ac­tivistas en general con relación al callejón sin salida político del Foro Social en sí, la bancarrota de las dos tendencias que luchan por liderarlo -y manipularlo.


Esta bancarrota se toma obvia conside­rando el hecho de que, a pesar de la animo­sidad faccional entre el SWP británico y los franceses de Attac y la LCR, el sábado a la noche hubo una reunión especial de repre­sentantes de ambos lados con la mediación de los italianos de Refundación Comunista, de Bertinotti, y llegaron entre ellos a un acuerdo podrido. Se presentó la mañana si­guiente, el domingo 17 de octubre, como un hecho consumado en la Asamblea de Movi­mientos Sociales, ese glorioso cuerpo de “de­mocracia directa", y fue votado. ¡Qué demo­cracia!


La “Convocatoria de la Asamblea de Mo­vimientos Sociales” -el documento del com­promiso anglo-francés- llama a una serie de movilizaciones, particularmente a una ma­nifestación central “contra la guerra, el ra­cismo y una Europa neo-liberal, por una Eu­ropa de derechos y solidaridad" el 19 de marzo de 2005, durante la reunión del Con­sejo Europeo en Brujas, Bélgica.


El próximo FSE se pospuso hasta marzo 2006. Se realizará en Atenas, Grecia, a pe­sar de los enormes problemas políticos y or­ganizativos que enfrentan los representan­tes locales del Foro. La elección del tiempo y lugar fue hecha para encontrar el tiempo pa­ra forjar una especie de compromiso más es­table dentro del FSE, a fin de evitar su im­plosión terminal. Hay una impresión cre­ciente de que el proceso del Foro Social ha llegado al final del camino. Entonces, tratan de revivirlo mediante compromisos, diplo­macia secreta y acuerdos podridos.


El texto del acuerdo de Londres no desa­fía en ninguna parte a la Unión Europea; só­lo intenta presentar la utopía abstracta y re­accionaria de una Europa capitalista refor­mada, “social y democrática".


Con relación a Medio Oriente, y a pesar de la retórica islamófila, pro-árabe, pro-Palestina del SWP, la convocatoria declara que los “iraquíes son prisioneros de la guerra y el terror”, condenando tanto la barbarie de la ocupación imperialista como la lucha ar­mada de la resistencia iraquí. Apoya “los mo­vimientos palestinos e israelíes que pelean por una paz justa y duradera” y se refiere a la autoridad de la Corte Internacional de la ONU y al “voto unánime de los países euro­peos en la Asamblea General de la ONU” pa­ra legitimar “el llamado a que termine la ocu­pación israelí y que se desmantele el muro del apartheid”. En otras palabras, no sólo un reconocimiento oficial del Estado de Israel y el rechazo a cualquier idea de una república democrática, laica y socialista en todo el te­rritorio histórico de Palestina donde judíos y árabes vivan juntos, sino que promueve des­vergonzadamente los objetivos de los impe­rialistas europeos en Medio Oriente, encu­briendo su hipocresía pro-árabe y dándole le­gitimidad a la moribunda ‘Cocina de los La­drones’ imperialista, las Naciones Unidas y todos sus organismos, cortes y asambleas.


Con tales políticas proimperialistas, el copamiento del movimiento antiglobalización por las direcciones del Foro sólo puede generar confusión y desorientación. Enton­ces los incidentes no son accidentales.


Por el otro lado, los intentos de corrien­tes autonomistas y centristas de construir una alternativa al Foro Social Mundial, al Foro Social Europeo, etc., son lastimosos. Los grupos que pertenecen a ‘People’s Global Action’ (PGA, Acción global de los Pueblos) intentaron organizar un contra-Foro en Lon­dres que fue un fracaso, tanto en número co­mo en contenido político. ¡El título de tal ‘contra-evento’ es sintomático de la enferme­dad política que conlleva: “Vida a pesar del Capitalismo”!


Durante el FSE principal, en Alexandra Palace, en un plenario sobre economía mun­dial donde participó el conocido economista del Tercer Mundo Samir Amin, la propuesta principal de un orador británico ha resumi­do la naturaleza desastrosa de todo el pro­yecto: “Construir una alianza entre el traba­jo y al industria (!) contra el dominio global de las finanzas”. En otras palabras, se pro­puso la colaboración de clases entre trabaja­dores y capitalistas industriales contra los fi­nancistas para resolver IA crisis del capita­lismo mundial. En el ‘contra-Foro’ de los au­tonomistas se propuso ignorar al capitalis­mo (y su Estado) completamente y vivir “a pesar del capitalismo”, o incluso “hacer la re­volución sin tomar el poder" (John Holloway).


Los partidos y organizaciones de la CRCI en Europa no ignoramos la presencia de miles de jóvenes y activistas en tales even­tos; por esta razón el EEK de Grecia y su or­ganización juvenil, junto a Progetto Comu­nista de Italia, junto a compañeros de Gran Bretaña, Africa y Medio Oriente, intervini­mos en el FSE y participamos en la manifes­tación contra la guerra con nuestra columna independiente, bajo nuestra propia bandera, con consignas contra la guerra de terror im­perialista y por el derrocamiento de los go­biernos imperialistas de criminales de gue­rra.


Teníamos un puesto en Alexandra Palace todos los días con nuestros volantes, pan­fletos, copias del periódico de la CRCI -El Obrero Internacional—, etc. Intervinimos en distintas reuniones. Savas Michael fue invi­tado y habló en un aula llena en Birkbeck College, en el centro de Londres, integrando un panel organizado por la revista marxista Critique, sobre “La Declinación del Capita­lismo”. La delegación del EEK también hizo campaña en apoyo de la huelga de hambre de los prisioneros políticos en Grecia. Hici­mos muchos contactos y tuvimos debates con compañeros de muchos países y continentes.


La Cuarta Internacional puede ser cons­truida no mediante el abstencionismo secta­rio sino mediante la intervención activa y sistemática en todos los movimientos de ma­sas, bajo su bandera independiente y con su programa revolucionario.


Europa sigue siendo un frente crucial en esta nueva etapa, de conflictos recrudecidos, de la revolución socialista mundial.


21 de octubre de 2004