El fracaso de la jubilación privada en Chile

El fracaso de la jubilación privada chilena cuenta ahora con  nuevas evidencias a partir de los datos que expertos chilenos divulgaron estos días en Buenos Aires, en oportunidad de un Seminario de la Unión Industrial sobre el régimen de jubilación privada.


“Sobre un cálculo de seis millones de personas en actividad, hay dos millones de trabajadores autónomos que no están integrados al sistema, mientras que entre los cuatro millones restantes se registraron niveles de mora en la efectivización de los aportes que llegaron a picos del 50%” (El Cronista, 20/8). La “mora”  es naturalmente de los patrones que se quedan con los aportes de los trabajadores, lo que en definitiva provocará que el trabajador pierda la jubilación, ya que la Caja privada no se hace responsable por la evasión patronal.


Agreguemos que la jubilación mínima en Chile es de 75 pesos mensuales y que “si a los 75 años la persona sigue viva, pasa a depender de una pensión asistencial que entrega el Estado y que generalmente no llega a los 50 dólares mensuales” (Ambito, 11/8). No hace falta agregar más nada.


ra de Zamora.


El 4 de agosto, el periódico del MST publicó dicho programa con un error de imprenta que omitía la introducción. Sin mayor demora, la dirección del Mas tomó la publicación errónea para acusar a toda página al Frente MST-PO de tener “un programa vergonzoso”.


Pero el que no tiene vergüenza es el autor de esa calumnia (Ramón Luna). Como el programa mutilado no tenía ninguna claúsula que pudiera ser objeto de crítica por el Mas, el sin vergüenza Luna afirma que el programa del FIT sería revelador por “lo que no dice” , es decir que él sabe  que hay algo que falta, lo que sólo podía ocurrir porque Luna sabe que formaba parte del programa que habían aprobado los tres partidos. De modo que el sin vergüenza arma su “crítica” sobre la base de negarle a los lectores la información completa, incluido el acuerdo del Mas con ese programa.


En un acto de auténtica delincuencia  política, el sin vergüenza utiliza su propio hurto de información para concluir que la ausencia de los planteos que él sabe estaban (y siguen estando) en la intraducción “plantea de manera elocuente las razones por las que no fue posible una alianza electoral del Mas con esas organizaciones”. Pero esto es falso, porque el Mas aprobó con el MST y el PO el programa con la introducción incluida, y luego rompió a pesar de su acuerdo con las ideas programáticas.