El futurista Elon Musk muestra sus cartas: con el golpismo y contra los trabajadores

Se confirma el interés en el litio en la trama del golpe en Bolivia.

El magnate.

El director ejecutivo de Tesla y Space X, Elon Musk, generó polémica en Twitter por un intercambio con un usuario sobre el golpe de estado en Bolivia.

El billonario opinó en la red social que “otro paquete de estímulos (económicos) no es lo mejor para los intereses del pueblo”. Este tuit recibió la respuesta de otro usuario “¿Sabe qué no era lo mejor para la gente? Que el gobierno de EEUU organice un golpe de Estado contra Evo Morales en Bolivia para que ud. pueda obtener litio allí”. La polémica estalla con la respuesta, posteriormente borrada, de Musk: “¡Daremos un golpe a quien queramos! Lidia con ello”.

De esta manera se coloca, con la pedantería que lo caracteriza, del lado de la masacre y la violación de los derechos democráticos más elementales perpetrados por el gobierno de Añez en Bolivia. A su turno Evo Morales contestó al empresario vinculando su comentario con el que considera el motivo de fondo del tuit: Tesla Motors es la empresa de automóviles eléctricos más grande del mundo y por lo tanto tiene un interés en el Litio boliviano.

 

Nada nuevo bajo el sol

El historial más reciente del billonario lo coloca claramente del lado opuesto de los “intereses del pueblo”. Al desatarse la pandemia de Covid-19 en EEUU, Elon quiso hacer pasar el funcionamiento de su fábrica Tesla en Fremont, California, como “esencial”. El establecimiento luego fue cerrado por las autoridades  y volvió a abrir contra las normas sanitarias recomendadas. A principio de Marzo, Musk llegó a tuitear que “el pánico por el coronarvirus es tonto” bajo la línea marcada por Trump de “apertura de la economía” y la defensa de la “libertad”. No debe sorprender este alineamiento ya que fue asesor del presidente norteamericano al principio de su mandato y además se ve beneficiado por los subsidios millonarios ganados por su trabajo con la NASA a través de su empresa SpaceX.

Pesan sobre él denuncias de despidos y presión dentro de sus empresas para detener los procesos de sindicalización. Asímismo, la planta de Tesla en California tiene una alta tasa de accidentes laborales, que ha evitado que sean denunciados legalmente para no afectar el prestigio de su planta “de avanzada”. La política de seguridad e higiene contrasta con la tecnología aplicada a la línea de producción, mostrando un desprecio por la salud y vida de su fuerza de trabajo. Según Justine White, exlíder de seguridad de la planta, “el estilo y la velocidad superan a la seguridad.”

Yendo aun mas lejos en sus “declaraciones” polémicas en el libro “Elon Musk: Tesla, SpaceX y la búsqueda de un futuro fantástico” de Ashlee Vance, el CEO ha declarado su preocupación por que las personas “inteligentes” tengan más hijos. Aunque no refiere la relación de la “inteligencia” demostrada con las condiciones económicas y sociales en las que las personas nazcan, el planteo se parece como dos gotas de agua al de los supremacistas blancos preocupados por las tasas de natalidad de los inmigrantes.

¿El futuro?

Las 2 empresas de las cuales Musk es CEO, desarrollan temas sensibles para la humanidad en la etapa actual de crisis. Por un lado, la producción y extensión de vehículos eléctricos, y por otro, la exploración espacial.

En la prensa especializada en tecnología, multimillonarios extravagantes como Jeff Bezos (Amazon– Blue Origin) y el propio Musk parecen estar moldeando un futuro maravilloso. Nada más alejado de la realidad.

Si tomamos el caso de SpaceX, podemos ver como Musk planea para el futuro solo la expansión de sus negocios. Según declaraciones del propio Elon, el pasaje a sus colonias en Marte saldrá alrededor de 1 millón de dólares y se podrán sacar prestamos para pagarlo ya que “en Marte habrá mucho trabajo”. ¡Vaya oportunidad!

La exploración de nuestro sistema solar y la creación de alternativas a combustibles fósiles solo va a estar dirigida a los “intereses del pueblo” (trabajador) si es tomado en manos de ellos mismos en pos de la transformación social de fondo: el fin del régimen social que encabezan personajes como Musk.