El Vaticano quiere ‘evangelizar’ a China

“Tras la audiencia que el Papa concedió al líder cubano Fidel Castro el 18 de noviembre —dice el corresponsal de Clarín en Italia—, causó mucha repercusión el mensaje pontificio transmitido por Radio Vaticano y dirigido sobre todo al propio gobierno chino” (6/12).


El Papa llamó a los burócratas restauracionistas “a no tener miedo, ni de Dios ni de su Iglesia… las autoridades deben estar tranquilas: un discípulo de Cristo puede vivir su propia fe en cualquier ordenamiento político…” (ídem).


La burocracia ha respondido, ‘diplomáticamente’, que “la Constitución china garantiza la libertad de culto y protege las normales actividades religiosas”, cuando en realidad, pisotea cotidianamente el derecho a la libertad de cultos, del mismo modo que niega el ejercicio de los más elementales derechos sindicales y políticos a las masas. La ‘diplomacia’ china supedita un acercamiento al Vaticano, a que rompa relaciones  con Taiwán, como ya lo hicieron los estados imperialistas.


No es cierto, entonces, como titula Clarín, que “China rechaza toda injerencia del Papa” (6/12).