El XI° Encuentro del PT

El balance de fuerzas


La alianza de ‘Articulación’ (la conciente interna de Lula, mayoría histórica del P.T.) y las tendencias derechistas (Jose Genoino y Rui Falcao) impuso su candidato a la presidencia del partido, Jose Dirceu. Por un estrecho margen de 28 votos (sobre 550 delegados) derrotó a Milton Temer, un independiente, políticamente democratizante, candidato de un conjunto de agrupaciones de izquierda. En la nueva Dirección Nacional, el centro-derecha eligió 41 puestos contra 40 de la izquierda, una frágil mayoría. Además, ‘Articulación’ dejó de ser la tendencia mayoritaria: obtuvo 191 votos, 17 menos que ‘Luta Socialista’, el mayor agrupamiento de la izquierda. La tendencia de Lula sólo pudo vencer con el concurso de la derecha del partido, lo que la convierte, objetivamente, en su rehén político.


Pese al manejo del aparato partidario y del bloque parlamentario, al apoyo indisimulado de Lula y a la exclusión de la delegación de Maranhao (favorable a la izquierda), la alianza centro-derechista sólo pudo obtener una estrecha minoría. Los vencedores, incluso, debieron recurrir a maniobras para impedir que se votaran las enmiendas a sus tesis políticas, aprobadas también por un estrecho margen.


Programas


El bloque de la derecha y ‘Articulación’ levanta un programa abiertamente capitalista, que proclama la superioridad histórica del mercado –es decir, la anarquía– sobre la planificación: “El mercado se afirmó como una institución útil y necesaria en la regulación de la economía, y ésta no es una cuestión respecto de la cual el querer o el no querer lleve a alguna parte. Se trata de un dato objetivo que tal vez pueda ser explicado por el hecho de que, si no es apto para generar igualdad, el mercado se reveló eficaz para asignar recursos y hacer circular la riqueza” (Tesis de Democracia Radical, la tendencia de Jose Genoino). ¡Es ciertamente necesaria una rara mezcla de hipocresía e ignorancia para sostener que la especulación financiera, la economía armamentista y la depredación del ‘Tercer Mundo’ son una ‘eficiente asignación de recursos’! Este bloque defiende una política abiertamente proimperialista de intervención estatal para estimular la inserción del país en el mercado mundial y de aumento de la competitividad internacional de la economía … ‘soberanamente’, claro.


La izquierda –virtualmente, la mitad del PT– defiende un programa “anti-monopolista, anti-latifundista y anti-imperialista”. La taxativa sucesión deja claramente expuesto que este bloque no considera necesario levantar un programa anti-capitalista.


En las tesis presentadas por el candidato de la izquierda, Milton Temer, se defiende “una propuesta que plantea un camino de desenvolvimiento basado en el mercado interno (…) en una fuerte intervención del Estado en la conducción de la vida económica (…) un modelo de desarrollo nacional (…) apoyado en un amplio bloque de fuerzas sociales y políticas”. Se trata de un programa ‘desarrollista’, es decir, burgués.


Lo que diferencia a un programa que merezca llamarse de izquierda y socialista no es la discusión sobre cuál será el centro del ‘desarrollo’ –si el mercado interno o el externo–, sino las alteraciones en el cuadro de las relaciones sociales y de propiedad –y, consecuentemente, en el aparato estatal– que defiende. La izquierda del PT no plantea la expropiación del gran capital monopolista, latifundista o imperialista (¡el no pago de la deuda externa!), sino el ‘desarrollo’ por medio del mercado interno, es decir, el levantamiento de fronteras aduaneras para ‘proteger’ a ‘productores nacionales’. El planteamiento programático de la izquierda del PT presupone la continuidad de la propiedad privada capitalista –y, consecuentemente, de la esclavitud asalariada y del Estado burgués. Por eso plantea ‘la defensa de la democracia’ y no su superación revolucionaria por medio de la república de los consejos obreros y el armamento del proletariado.


Por sus perspectivas estratégicas, la izquierda del PT se encuentra en el campo de la burguesía.


La cuestión electoral


Las tesis políticas del bloque centro-derechista plantean “una amplia política de alianzas” con los partidos patronales de oposición y con “desgajamientos del PSDB y del PMDB”, los dos principales partidos gubernamentales, para las elecciones presidenciales de 1998.


El ‘problema’, para la dirección del PT, es que una parte de sus ‘aliados’ están ‘más que interesados’ en el frente ‘centroizquierdista’ que está montando Ciro Gomes, ex ministro de Cardoso. En un reportaje reciente, declaró que este bloque se integrará “de mínima” con “el PSB, el PPS, el PV, el PC do B y fracciones del PSDB y del PMDB” (Folha de Sao Paulo, 14/9), todos ellos aliados pretendidos por la dirección del PT.


Aunque el propio Gomes declaró que el lanzamiento de su candidatura por parte del PSB era “pura maniobra para forzar al PT a actuar” (ídem), según O Estado de Sao Paulo (9/9) se propone”disputarle al PT el derecho a comandar una candidatura de izquierda (y) refuerza la idea de una candidatura ‘alternativa al neoliberalismo’ pero independiente del PT”.


Este frente de las ‘viudas’ del ‘plan Real’ también ejerce una poderosa atracción sobre el ala derecha del PT. Una de sus ‘estrellas’, Luiza Erundina (ex intendente paulista), renunció al PT para afiliarse al PSB; el mismo camino parece seguir Victor Buaiz, el gobernador de Espíritu Santo, elegido en la lista del PT, que acaba de romper con el partido. Jose Genoino, dirigente del ala derechista, ha llegado a sostener que “debemos tratar que (la candidatura única de la oposición) sea del PT” (Tesis presentadas al XI° Encuentro) … lo que significa que la derecha partidaria admite ‘tratar’ la posibilidad de un‘frente opositor’ encabezado por las ‘viudas’ de Cardoso.


La izquierda, por boca de Milton Temer, declaró que “quiere ver al PT lejos de los padres del ‘plan Real’…” (O Estado de Sao Paulo, 30/8), en alusión a Ciro Gomes. Pero respalda un frente con los”aliados tradicionales” –el PSB, el PDT o el PC do B, la mayoría de los cuales están girando en la órbita de Gomes.


El anuncio de Lula de que la “condición necesaria” para su aceptación de la candidatura es la alianza con las ‘viudas’ del oficialismo, revela la encerrona política del PT, tanto de la derecha como de la izquierda.