Elecciones en el Sindicato de la Construcción

Al cierre de la presente edición comenzaban las elecciones del gremio de la construcción en Uruguay. El Sunca (Sindicato Unico de la Construcción y Afines), uno de los gremios obreros más numerosos del Uruguay,  protagonizó a mediados  del año pasado una histórica huelga de 83 días.


La huelga del Sunca, con sus “fogones”  y piquetes, constituyó el movimiento de lucha más importante del movimiento obrero uruguayo en los últimos veinte años y, al mismo tiempo, el más serio intento de superación práctica de la burocracia y de recuperación de los sindicatos como órganos de la lucha obrera. Por eso, “el tema de la huelga del año pasado y sus consecuencias figura en el centro de la polémica electoral” (La República, 21/7).


La traición a la huelga del año pasado marcó a fuego a la dirección burocrática —frenteamplista, mayoritariamente del PC: la actual dirección —que se presenta a la elección como lista 4— bombeó la extensión de la huelga a las fábricas de materiales de la construcción (agremiadas al Sunca) e impuso, en una asamblea regimentada y patoteada, un convenio que implicó una rebaja salarial. Frente al gremio y frente al movimiento obrero uruguayo, la dirección del Sunca carga con la responsabilidad de haber reventado una huelga que planteaba una derrota de la política salarial del gobierno fondomonetarista. La debilidad política de la burocracia se expresa en varios hechos: la fragmentación del partido comunista, que se presenta en varias listas; el actual secretario general del gremio —y uno de los responsables directos del levantamiento—, Lirio Rodríguez, especuló hasta último momento con no presentarse como candidato.  La burocracia oficialista recibe un amplio apoyo de la prensa patronal, que publica extensos reportajes a sus candidatos.


(Una fracción de la burocracia frenteamplista —la lista 1 del MPP— se presenta sólo en la departamental de Maldonado, y en el orden nacional apoya a la lista 4, de la actual conducción —La República, 23/7).


En oposición a la burocracia frenteamplista, la agrupación ”Lucha Obrera” (lista 3), integrada por militantes del PT e independientes, reivindica las perspectivas políticas abiertas por la huelga del ´93. Durante la huelga, “Lucha Obrera” fue la única agrupación  que luchó por extenderla y por convertir a los “fogones” —en los que se agrupaba el activismo antiburocrático— en la dirección efectiva de la huelga. “Lucha Obrera”  denunció el convenio firmado por la burocracia y llamó a continuar la huelga en la asamblea en que la burocracia impuso su levantamiento.


“Lucha Obrera” ha hecho hincapié en las consecuencias que trajo el levantamiento de la huelga, en particular, la agudización de los “accidentes laborales”, es decir, la muerte cotidiana de obreros ante la ausencia de las mínimas condiciones de seguridad, y los despidos, en particular de los activistas que se destacaron en los “fogones”.


La lista de “Lucha Obrera” —que, de todas las agrupaciones del Sunca, es la única que no se ha escindido, fracturado o directamente “desaparecido”— y su seguro progreso electoral, está marcando la consolidación política de una vanguardia obrera en los sindicatos uruguayos.