Encuentro nacional e internacional de Conlutas

en base a informes de Osvaldo Coggiola


En un escenario convulsionado y precedido por una jornada nacional de luchas, se realizará, entre el 4 y 7 de junio, el II Congreso Nacional de Conlutas. Una oportunidad inmejorable para avanzar en un reagrupamiento clasista, con base en un balance político claro, en un programa de lucha y de clase independiente por las reivindicaciones urgentes, por el frente único de la clase obrera y de los oprimidos urbanos y rurales hacia la huelga general (defendida, por ejemplo, por el sindicato de los profesores universitarios) para derrotar al gobierno y su ajuste. Superando la división burocrática del movimiento sindical en centrales y centralitas. Se plantean, sin embargo, límites importantes. La estructura organizativa privilegiará el trabajo en comisiones, en vez de los debates democráticos en plenario general.


 


En los dos días siguientes (8 y 9 de junio) se celebrará, en el mismo local, el II Encuentro Internacional del “sindicalismo alternativo”, convocado por 62 entidades de cuatro continentes (sólo Oceanía está ausente). Como ya ocurrió en encuentros anteriores, la caracterización estratégica del conjunto de los convocantes es que la crisis capitalista es de “distribución”, por lo que podría ser remediada con políticas públicas. La declaración de convocatoria plantea que lo que estaría detrás del ataque a las condiciones de vida de los trabajadores no es una crisis general del capitalismo, sino la implementación “de una nueva regulación, una nueva organización del sistema de dominación”. La crisis sería la del “desarrollo basado en la distribución cada vez más desigual de la riqueza, la desreglamentación financiera, el libre comercio generalizado y el no respeto de las necesidades ecológicas”. A la política que desarrolla la Unión Europea, le opone una política de gasto público, una orientación de cuño neokeynesiano (que es la que viene sosteniendo un sector de la burguesía europea contra Merkel y el capital alemán). En las declaraciones que los organizadores del Encuentro vienen emitiendo, brilla por su ausencia una caracterización del gobierno francés socialista, quien preside la mayor ola de despidos y cierre de empresas de las últimas cuatro décadas.


 


En oposición al callejón sin salida de las políticas de rescate del capital, planteamos: la ocupación, nacionalización sin indemnización y puesta en marcha bajo gestión obrera de toda fábrica que cierre o despida; lucha contra la tercerización y precarización laboral; el no pago de la deuda, la expulsión de la burocracia de los sindicatos (los convocantes promueven un “sindicalismo alternativo”); que la crisis la paguen los capitalistas; abajo los gobiernos capitalistas y la Unión Europea imperialista, por gobiernos de trabajadores.