Los tercerizados de Telefónica de España iniciaron a fines de marzo una huelga indefinida contra el nuevo contrato presentado por la patronal. La huelga tiene un alcance nacional y ha estado acompañada por piquetes y manifestaciones que engloban a técnicos de las contratistas, subcontratistas y a autónomos. Telefónica apela a todas estas variantes de precarización laboral para abaratar el salario hasta en un tercio, valiéndose de algunas de las mismas compañías (como Elecnor), que usa para tales menesteres en nuestro país. Por esto, la huelga reclama también “mismo trabajo, mismo salario; unificación de condiciones de jornada y salario para todo el Estado”.

La huelga se encuadra en un proceso de movilización más general. Aunque por debajo de los registros millonarios de 2014, decenas de miles de manifestantes de todo el país convergieron en marzo en Madrid en una nueva edición de la Marcha de la Dignidad, bajo lemas como “Pan, trabajo y techo” y “Fuera los gobiernos de la Troika”, con la participación del Sindicato Andaluz de Trabajadores y la Plataforma de Afectados por los Desahucios, entre otras organizaciones. Asimismo, estudiantes y profesores protagonizaron dos compactas huelgas generales contra una reforma educativa privatista (véase PO N° 1.357).