Evo en España

"El pasado, pisado"

“El pasado ya pertenece al pasado”, dijo Evo Morales para referirse a las antiguas luchas de los pueblos indios de Bolivia contra el conquistador español. No lo dijo en cualquier parte sino ante el Forum Nueva Economía, en Madrid, “una organización que congrega a la crème de la crème del empresariado local” (Página/12, 16/9).

En cambio, el presente pertenece a Repsol. En ese mismo encuentro, el presidente anunció la próxima visita a Bolivia del titular de ese pulpo petrolero, Antonio Brufau, “con quien el líder indígena se reunió el pasado lunes (14) para poner en marcha un programa de inversiones y concretar nuevos acuerdos económicos” (ídem). Al mismo tiempo, Evo anunció la apertura a los inversores extranjeros de la explotación del litio boliviano.

Morales prometió allí que no romperá relaciones diplomáticas ni con Estados Unidos ni con Colombia por el emplazamiento de bases militares norteamericanas en territorio colombiano. Así, el jefe del MAS cumplió con el pedido que el rey Juan Carlos le había formulado por la mañana: “reglas claras” para que haya inversiones.

El presidente aclaró ante esa “crème de la crème” que su movimiento propugna “cambios en democracia y necesita de la inversión extranjera para empezar a comercializarse” (Página/12, 15/9).

En premio, Morales recibió del gobierno español un gesto político muy claro: le fueron condonadas deudas por 77,3 millones de euros y 5,55 millones de dólares.

En verdad, el pasado no pertenece al pasado. El pasado es presente, en cuanto prosigue la dominación imperial en la Bolivia india, dominación que Morales defiende mejor que los otros, por lo menos en este momento particular de la política boliviana.