“Festival de huelgas” en Brasil

La CUT y Força Sindical, las dos principales centrales brasileñas, y los gremios metalúrgicos adheridos han lanzado un plan de lucha para reclamar un”convenio colectivo nacional” en el sector. Esto “implica —Folha de São Paulo, 17/10— la cuestión de la reducción de la jornada laboral para evitar el desempleo y envuelve toda la cuestión de la guerra fiscal”. El plan de lucha ha sido apoyado por la Federación Internacional de los Trabajadores Metalúrgicos, que reúne a 22 millones de trabajadores. Peter Unterweger, uno de sus directivos, que viajó especialmente a Brasil a solidarizarse, planteó que”los sindicatos podemos organizar una campaña internacional, una presión sobre las empresas para apoyar esa reivindicación” (ídem).


La Federación Nacional de los Trabajadores Petroleros también se encuentra en lucha para recuperar sus salarios contra las pérdidas sufridas a raíz de la inflación. Los bancarios, a su turno, preparaban para el 4 de noviembre una huelga nacional por un reajuste salarial del 10%, mientras la patronal bancaria ofrece sólo el 4%. En ambos gremios, las medidas de fuerza fueron votadas por una abrumadora mayoría de asambleas y organizaciones de base (ídem, 25/10).