Fidel Castro y Menem llegan a un acuerdo

¿Estamos a las puertas de un giro en la “política cubana” de Menem? Varios  hechos indican que sí.


En un giro espectacular, Cuba retiró su oposición al ingreso de Argentina al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, lo cual, según el corresponsal de “La República” (2/4) en Buenos Aires “marca un giro de 180º en la posición que sobre el tema había decidido meses atrás la diplomacia cubana. Incluso el ex canciller (cubano) Ricardo Alarcón, ahora relevado de sus funciones estatales, había sido claro al respecto luego de un enfrentamiento verbal en Madrid con el canciller Di Tella”.


Por su parte, “el gobierno argentino envió 15 toneladas de alimentos y medicinas a Cuba para paliar las graves consecuencias de un huracán que el mes pasado azotó la isla” (El Mercurio, 4/4).


A principios de marzo, “estuvo casi una hora con Menem en la Casa Rosada el entonces vicepresidente del Consejo de Estado de Cuba, José Ramón Fernández. Fuentes confiables relataron a “La República” que esa entrevista fue sumamente cordial; el ‘gallego’ (Fernández) le relató a Menem —quien escuchó atentamente— el reciente proceso electoral. Y Menem le envió un mensaje de felicitación a Fidel” (La República, 2/4).


Pero los hechos son aún más amplios.


“Días más tarde (de la entrevista Fernández-Menem) una delegación cubana apoyó a la Argentina en una reunión sobre tráfico de armamentos que se realizó con sordina en el Palacio San Martín”. Además, “Cuba acaba de adquirir en la Argentina productos por 90 millones de dólares, pagados cash” y en medios empresarios y gubernamentales “se comienza a hablar del restablecimiento de líneas de crédito … a pesar de que La Habana le debe a la Argentina más de 1.200 millones de dólares. Es significativo que grupos empresarios argentinos hayan estudiado la posibilidad de inversiones en Cuba. Ya lo está haciendo el poderoso holding local Bridas” (ídem). Bridas es un “experto” en esto de hacer negocios con los “comunistas duros”: fue el primer grupo argentino, y uno de los primeros de Latinoamérica, en abrir oficinas comerciales y una “empresa mixta” en Pekín. La mención a la deuda cubana no es ociosa, toda vez que toda discusión de los “planes de inversión” y “la reapertura de los créditos” debe comenzar, necesariamente, por la renegociación de esa deuda.


El corresponsal de “La República” en Buenos Aires aporta otro dato significativo: “los observadores suponen que La Habana y Buenos Aires han restablecido el diálogo a partir de una gestión del ex diputado radical César Jaroslavsky, quien es visitado semanalmente por Castro en su casa de descanso en La Habana, donde la medicina cubana lo recupera de una gravísima dolencia” (ídem). Que el “puente” entre el régimen castrista y Menem haya resultado un radical alfonsinista, precisamente en momentos en que arrecian las acusaciones cruzadas de corrupción y estafas varias entre el menemismo y la UCR, resalta el carácter estratégico del “giro” argentino.


Si para el menemismo, el acercamiento con Cuba tiene un interés “exportador”, para Cuba, el acercamiento político  a Menem es una expresión del abandono creciente de su independencia frente al imperialismo. Argentina en el Consejo de Seguridad significa el reforzamiento del orden internacional que desató la masacre del Golfo, despedazó a Yugoslavia, invadió a Somalía y encubrió las masacres contrarrevolucionarias en Nicaragua y El Salvador.