Fracaso de Obama y Netanyahu en Palestina

600 páginas que desnudan a todos

La Comisión de Derechos Humanos de la ONU aprobó, con el voto en contra de los Estados Unidos y contrariando al lobby sionista, el informe Goldstone sobre la guerra de Gaza.

El informe, elaborado por el juez sudafricano (y sionista) Goldstone, por encargo de la misma comisión, dio por probados los crímenes de guerra del ejército israelí en Gaza y que la estrategia sionista fue masacrar a la población civil para minar el apoyo a Hamas y propiciar su derrocamiento.

El informe Goldstone confirma el uso de bombas de fragmentación y de fósforo blanco, el bombardeo de escuelas y hospitales, el uso de escudos humanos, el ataque a los equipos sanitarios para que no socorrieran a los heridos y las matanzas de civiles a los que se les había ordenado replegarse. Los crímenes de Israel plantean la posibilidad de un juicio en el tribunal de La Haya contra sus responsables políticos y militares. Frente a esta perspectiva, el gobierno de Netanyahu lanzó una verdadera ofensiva para frenar su tratamiento en la ONU, señalando que la aprobación en las Naciones Unidas del informe jaquea todo el andamiaje de la “guerra contra el terrorismo”, pues habilitaría a juzgar los crímenes norteamericanos en Irak y en Afganistán, y los rusos, en Chechenia. Israel, que acusa a Goldstone de “tendencioso”, intenta justificar la invasión a Gaza en nombre de la defensa contra una agresión terrorista.

Obama se sumó al intento de proscribir el informe y presionó a la Autoridad Nacional Palestina (encabezada por Mahmud Abbas, de Al Fatah), para que impulsara la suspensión por seis meses del tratamiento del informe en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, con el argumento de que éste “compromete el proceso de paz” en Medio Oriente. Incluso extorsionó a la ANP con revelar detalles sobre su colaboración con Israel durante la invasión. La presión conjunta de Estados Unidos e Israel consiguió su cometido y Abbas ordenó, a principios de octubre, que el representante palestino en la ONU propusiera la postergación del tratamiento hasta marzo de 2010.

La nueva traición de la ANP desató una profunda crisis política en Palestina. Todo el arco político de organizaciones palestinas e incluso árabes, ONG’s europeas que actúan en Palestina, Hamas e incluso una parte de Al Fatah, el partido de Abbas repudiaron la postergación. En Cisjordania y Gaza se produjeron movilizaciones contra la ANP, acusada de “traición a la sangre palestina”.

Frente a este cuadro de movilización, el gobierno de Abbas retrocedió y propuso una reunión especial de la Comisión de Derechos Humanos para aprobar el informe. El voto positivo a Goldstone en la ONU implica un golpe a Obama, dispuesto a liquidar políticamente a su aliado Abbas para defender a Israel. Estados Unidos ya anunció que vetará cualquier resolución favorable al informe en el Consejo de Seguridad de la ONU.