Francia: millones de nuevo en las calles

La jornada del 23 y el papel de la burocracia

El jueves 23 de septiembre se realizó una nueva jornada de manifestaciones y huelgas en contra de los planes de ajuste jubilatorio previstos por el gobierno de Sarkozy: un millón de personas, según la policía, o tres millones, según los organizadores, tomaron parte en la jornada de protesta en más de doscientas ciudades y pueblos del país. Los sindicatos informaron que aproximadamente un 50% de los trabajadores del sector público se sumaron a la huelga. Se calcula que unas 300 mil personas marcharon en París y unas 220 mil en Marsella, aunque uno de los fenómenos más destacados volvió a ser, como en la jornada de comienzos de septiembre, la masiva participación en las pequeñas ciudades del interior del país.

La reforma previsional fue aprobada en la Asamblea Nacional el 15 de septiembre: el planteo de las direcciones sindicales convocantes de la jornada es ahora la “presión” sobre el Senado, dominado por los partidos de derecha, para que “modifique” la reforma, que se prevé será votada a mediados de octubre. Según Libèration, “si la CGT hubiera querido, habría podido interrumpir completamente los transportes. Tienen los medios para hacerlo. Pero tienen un pacto tácito con el gobierno porque han comprendido que el presidente no se echará atrás”.