Fuera la intervención de la Flaskô


Pedro Santinho, coordinador del Consejo de la fábrica Flaskô, ha comenzado a recibir llamadas intimidatorias que amenazan con secuestrar a sus familiares si no abandona la lucha en esa fábrica recuperada por los trabajadores hace ya cuatro años.


Desde la invasión policial del 31 de mayo a otras dos fábricas recuperadas –Cipla e Interfibra–, Santinho organizó la lucha contra la intervención judicial-policial. Los trabajadores de Flaskô, junto a centenares de simpatizantes, lograron expulsar al interventor que pretendía ocupar la planta. La planta está parada porque el interventor ordenó el corte de la provisión de energía.


La Abiplast (Asociación Brasileña de Industrias Plásticas) y la Fiesp (Federación de Industrias del Estado de San Pablo) reclaman insistentemente el cierre de las plantas recuperadas. Tienen el apoyo de la Justicia y del gobierno: el ministro de Seguridad social, Luis Marinho, ex presidente de la CUT, solicitó a la Justicia la designación de un interventor para desalojar las fábricas recuperadas.


Los trabajadores se mantienen unidos en la lucha por recuperar la energía y volver a poner a funcionar la planta bajo su control.


Denuncian que las amenazas provienen de los interesados en su cierre.


Reclaman el retiro inmediato de los interventores de las fábricas ocupadas y su estatización bajo el control de los propios trabajadores.