¡Fueron torturados y ejecutados!

Conforme pasan los días, son cada vez más abrumadoras las pruebas que confirman que los guerrilleros del MRTA no murieron en combate, sino que fueron arteramente ejecutados, incluso después de haberse rendido.


“Fujimori ordenó personalmente matar a todos los guerrilleros del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) durante el reciente rescate de los rehenes que éstos mantenían en la embajada japonesa en Lima, dijo una alta fuente de la inteligencia militar al diario japonés Asahi Shinbun” (Ambito Financiero, 28/4). Esta información ha sido confirmada en forma independiente por numerosas fuentes: las agencias Reuter, EFE, Ansa, AFP, y los diarios Clarín,Washington Post, O Estado de Sao Paulo, Corriere della Sera y La República de Lima.


De la reconstrucción periodística surge que, de los catorce guerrilleros que ocupaban la embajada, cinco quedaron fuera de combate con la primera explosión y otros tres cuando ingresaron los militares. Se desconoce si estos guerrilleros murieron directamente o fueron, simplemente, heridos. El resto de los guerrilleros —incluida una de las dos jóvenes que se dice que fue ametrallada cuando entraban los militares a pesar de haber declarado que se rendía— se entregaron con vida.


Fueron detenidos vivos y, en principio, se intentó sacarlos de la embajada a través del túnel, junto con algunos de los rehenes que salieron por esta vía. Clarín reproduce la versión de uno de los rehenes liberados, que indica que al menos dos de los guerrilleros apresados fueron sacados por esta vía. Luego se ordenó que se los regresara a la embajada. El Corriere della Sera (27/4) da la misma versión de la suerte de los detenidos.


Allí, según el diario italiano, durante toda la noche “fueron torturados para conocer los secretos del movimiento y después asesinados”. Una de las jóvenes, continúa el diario romano, “fue torturada y violada”. Los heridos fueron dejados desangrar; por este motivo, los médicos recién pudieron ingresar a la embajada a la mañana siguiente (ídem). La mayoría de los cadáveres, señala The Washington Post (28/4), “tenían signos de haber sido ejecutados y mutilados”. La TV peruana mostró el cuerpo de un guerrillero sin cabeza ni brazos, y el propio Cerpa Cartolini tenía un disparo en la nuca y su garganta fue cortada (ídem). Nada de esto impidió que el certificado oficial de defunción estableciera que Cerpa murió en un hospital militar al día siguiente del asalto a la embajada.


Por este motivo, seguramente, a las familias “les fue prohibido velarlos. Tampoco pudieron abrir los cajones lacrados, ni pudieron reconocer los cuerpos” (O Estado de Sao Paulo, 27/4).


Las conclusiones de la información periodística son irrefutables: la mayoría de los guerrilleros del MRTA se rindió. Luego fueron brutalmente torturados y asesinados por los esbirros de Fujimori.


Esto no es todo. El vocero del MRTA en Europa denuncia que el ejército y los servicios de inteligencia tienen en su poder a algunos guerrilleros vivos, por expresa indicación de los servicios de inteligencia norteamericanos.