Galloway: “La alianza de los beatos”


George Galloway, ex diputado expulsado del laborismo por su oposición a la guerra de Irak, derrotó a la candidata laborista Oona King en las que resultaron las elecciones más disputadas de los recientes comicios, las de la circunscripción de Bethnal Green, al este de Londres. 


 


Galloway ganó con el 36% de los votos. Respect (Respeto), la coalición que encabeza, obtuvo también muy buenas votaciones en otros distritos del este londinense, superiores al 20%. En esa zona, una de las más pobres de la ciudad, se concentra la población musulmana.


 


La coalición que respaldó a Galloway está integrada por el Partido Socialista de los Trabajadores (SWP, la mayor organización de la izquierda inglesa), el Partido Comunista británico y la Asociación de Musulmanes de Gran Bretaña (MAB). Galloway fue uno de los voceros y caras visibles del movimiento “Paremos la guerra” (“Stop the War”), que organizó multitudinarias marchas en Londres contra la invasión imperialista de Irak.


 


“No soy de izquierda”


 


Para el SWP, impulsor de Respect y su principal fuerza militante, la coalición y la propia candidatura de Galloway sirvieron como una “alternativa política”.


 


Pero Galloway no es un socialista sino un católico practicante. “No soy tan de izquierda como ustedes creen”, declaró en un reportaje reciente. “Soy un hombre religioso y trato de vivir de acuerdo a ello”, completó (The Observer, 17/4). Es un clerical.


 


Efectivamente, como diputado laborista, desde 1987, se opuso sistemáticamente al aborto. En las pasadas elecciones al Parlamento europeo, las organizaciones feministas organizaron piquetes en las puertas de los salones donde se desarrollaban sus actos, para denunciar su oposición a los derechos de la mujer. Al mismo tiempo, Derecho a la Vida, una de las organizaciones clericales que militan contra el derecho al aborto, lo presenta en su página web como “un valiente luchador en defensa de la vida”. Su defensa del “derecho de los no nacidos” no le impide defender la pena de muerte.


 


Galloway es un enemigo de la educación laica. Defiende la educación confesional… financiada con el presupuesto estatal: “Apoyo las escuelas confesionales. Si los católicos, los anglicanos y los judíos tienen escuelas financiadas por el Estado, también deben tenerlas los musulmanes” (This is London, 25/4). El manifiesto que Respect presentó en el último Foro Social Europeo no reclama una educación laica sino, simplemente, una “educación gratuita”.


 


Estas posiciones del candidato de la “extrema izquierda” inglesa están a la derecha de los representantes oficiales de la burguesía británica.


 


No fue su oposición a la guerra en Irak sino sus posiciones contra el aborto, contra los derechos de la mujer y por la pena de muerte lo que le granjeó a Galloway el respaldo de la Asociación de Musulmanes de Gran Bretaña, una organización dominada por los clérigos islámicos. En un comunicado de prensa, esta asociación “dio la bienvenida a sus posiciones sobre la fe y Dios” y concluyó que, “a partir de estas posiciones, los musulmanes británicos verán a Respect como una alternativa real a los principales partidos británicos” (comunicado de prensa de la MAB, 24/4). La vicepresidenta de esta asociación, Anas Altikriti, también se presentó como candidata de Respect.


 


Con algo de gracia, un corresponsal español define este frente como “la alianza de los beatos” (Diario de Mallorca, 3/5).


 


El SWP, que se reivindica trotskista, jamás criticó ni debatió públicamente las posiciones antisocialistas y reaccionarias de su principal candidato; no se privó, sin embargo, de atacar a quienes sí las criticaban (incluso dentro de la propia coalición Respect).


 


La “extrema izquierda” británica sirvió a un elemento clerical y antisocialista para renovar su banca electoral.