El 26 de marzo, las centrales obreras paraguayas concretaron el paro general en reclamo de un aumento del salario mínimo del 25% y contra las privatizaciones que impulsa el presidente colorado Horacio Cartes. Es la primera huelga desde 1994. La adhesión rondó el 90% en algunos sectores, según los organizadores. La contratación de micros particulares para quebrar la medida fracasó. La huelga se destacó también en las escuelas.

Más de 20 mil campesinos convergieron con los obreros en Asunción, para reclamar una reforma agraria y el cese de la represión en el campo. La expansión del monocultivo de soja transgénica conlleva el desplazamiento de familias enteras, debido al uso de agroquímicos contaminantes. El sicariato montado por los terratenientes para dominar y ampliar el negocio, con entera anuencia estatal, se ha cobrado la vida de numerosos referentes campesinos, quienes luchan contra el latifundio y la depredación ambiental. El 85% de la tierra está en manos del 2% de los productores.