Internacionales
6/5/2015|1362
Grecia, en la crisis de Europa
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El desplazamiento del ministro de Finanzas, Varoufakis, de las negociaciones con la troika, exigido por la Unión Europea (UE), provocó la suba de la Bolsa de Atenas, con ganancias de casi el 4,5%.
El gobierno griego ha venido cediendo frente a las exigencias de la UE. Tsipras ha anunciado su intención de privatizar el puerto de Pireo y otros, así como 16 aeropuertos, y ya ha puesto en ejecución la privatización de las apuestas hípicas, que forma parte del memorándum suscripto en su momento por el presidente conservador Samaras.
La troika exige, sin embargo, la implementación de “reformas estructurales”: recortes jubilatorios y de los gastos sociales, congelamiento de los salarios (incluido el salario mínimo), el aumento del IVA y mayor precarización laboral. La abolición de los convenios de trabajo es resistida por el gobierno. Para hacer frente a los gastos corrientes del Estado y al pago al FMI, el gobierno ha obligado a los organismos a poner sus depósitos en los bancos, incluidos los beneficios, a nombre del gobierno.
Asedio económico
Desde que llegó Syriza al gobierno, los depósitos en los bancos griegos han caído al mínimo en 10 años. La economía se ha deteriorado y los ingresos fiscales han caído en picada. Para responder a sus obligaciones, el gobierno de Syriza está extrayendo todas las reservas de efectivo de empresas públicas, de gobiernos locales y de la seguridad social. La Asociación de Regiones de Grecia denunció una decisión “que podría crear condiciones de cesación de pagos y provocar la parálisis de hospitales, escuelas y rutas, incluso de la inversión”.
El gobierno tuvo que hacer estos malabarismos para pagar un vencimiento al FMI de 500 millones de dólares.
El sistema bancario sobrevive por la línea de liquidez del Banco Central Europeo. Frente a este escenario de defol, “una salida de Grecia del euro (Grexit) puede ser muy pronto inevitable” (The Economist, 25/4). O podría ser “una salida accidental”, como lo calificó el Financial Times, puesto que “ni Grecia lo desea ni sus socios están empeñados en que esto suceda” (22/4). Los principales medios del mundo de las finanzas vienen advirtiendo sobre la necesidad de una transición controlada, por el efecto contagio que podría tener el Grexit.
Una variante “intermedia” consistiría en la declaración de un defol, pero sin que esto conduzca a una salida del euro. Iría de la mano con un virtual régimen de doble moneda. El gobierno reservaría los euros para hacer frente a los compromisos de la deuda y las transacciones con el exterior, emitiendo y poniendo en circulación letras y pagarés para el uso local y el pago de los impuestos y obligaciones con el Estado. “Chipre ha tenido este esquema por dos años sin abandonar el euro, pero esto fue hecho en forma consensuada con sus socios” (The Economist).
Nuevo capítulo
A medida que pasan las semanas, la confianza y expectativas que los trabajadores han depositado en Syriza están siendo fuertemente sacudidas. Los márgenes de maniobra del gobierno de Tsipras se han ido estrechando. Para el FMI y la troika, la imposición del ajuste es fundamental porque se trata de un programa a escala europea, que entraría en riesgo si manifiesta fisuras. Ante el impasse, Syriza está haciendo circular la propuesta de un referendo, aunque no está claro si es para aprobar un acuerdo o para someter al voto el plan de la troika. El referendo significaría, objetivamente, que Syriza considera agotado el mandato popular que recibió en las elecciones. Sería acompañado, además, de nuevas elecciones generales, lo que podría interpretarse como un modo de producir una depuración de las listas de Syriza y como una forma de recomponer un gobierno de coalición o de unión nacional. Los Estados europeos temen, por supuesto, un rechazo popular masivo a su memorando. Lo que nadie podrá evitar es que se produzcan realineamientos de fuerzas, tanto al interior de Syriza como en la relación con los otros partidos. En este caso se verá qué consecuencias tendrá para los partidos de la izquierda revolucionaria.