Grecia: tercera huelga general contra Syriza

Con 100.000 personas movilizadas en Atenas -según cifras de los organizadores- se realizó, el 4 de febrero, el tercer paro consecutivo contra las medidas de ajuste del gobierno Syriza-Anel. El objetivo era frenar la llegada del último proyecto de ajuste al Parlamento. La huelga fue convocada por los sindicatos GSEE (sector privado) y Adedy (público). Pame (Frente Militante de todos los Trabajadores), ligada al PC (KKE), realizó marchas en 76 ciudades. En todo el país se desarrollaron piquetes y ocupaciones. Decenas de gremios se plegaron. El país se paralizó


Con 100.000 personas movilizadas en Atenas -según cifras de los organizadores- se realizó, el 4 de febrero, el tercer paro consecutivo contra las medidas de ajuste del gobierno Syriza-Anel. El objetivo era frenar la llegada del último proyecto de ajuste al Parlamento. La huelga fue convocada por los sindicatos GSEE (sector privado) y Adedy (público). Pame (Frente Militante de todos los Trabajadores), ligada al PC (KKE), realizó marchas en 76 ciudades. En todo el país se desarrollaron piquetes y ocupaciones. Decenas de gremios se plegaron. El país se paralizó.


 


Una nueva etapa 


 


Fue la mayor movilización de los últimos años, incluso superior a las manifestaciones antiausteridad de 2011-12, que impulsaron el ascenso de Syriza.


 


De las tres huelgas generales contra el actual gobierno, esta fue la más importante, mostrando que estamos en una nueva etapa de la lucha de las masas.


 


Grecia tuvo una caída del 1,9% del PBI entre octubre y diciembre de 2015 (El País, 12/2). Es el sexto año consecutivo de recesión. Alexis Tsipras pretende ahorrar 1% del PBI (1,8 mil millones de euros), recortando pensiones máximas de 2,700 a 2,300 euros mensuales y la mínima, que cobran 600.000 pensionistas, a 384 euros (una reducción del 20% en comparación con el nivel de la pensión básica actual de 487 euros). Todo sin siquiera auditar el Instituto de Seguridad Social (IKA, caja de pensiones), las coberturas sociales y las aseguradoras, para ver dónde fueron a parar esos fondos. El objetivo final es reprivatizar el sistema.


 


Desde los medios se pretendió deslegitimar la huelga diciendo que fue hecha por la pequeñoburguesía acomodada que votó por el “Sí” en el referéndum: la llaman la “movilización de la corbata”. En la huelga se sumaron los sectores con ingresos más altos de la clase obrera afectados por la reforma.


 


Simultáneamente, distintas cámaras empresariales (comerciantes, pequeños productores agrarios) repudiaron la reforma impositiva, que pretende compensar la seguridad social con suba de impuestos a la mediana y pequeña industria.


 


Las exigencias del “Cuarteto” (Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y el Mecanismo Europeo de Estabilidad), son una extorsión para volcar el tercer rescate internacional (memorándum) de 86 mil millones de euros.


 


Abajo el memorándum, por el triunfo de los trabajadores griegos.