Guatemala: después de la rebelión popular, gana la derecha


Movilizaciones populares de hasta cien mil personas le dieron el golpe de gracia al ex presidente guatemalteco Otto Pérez Molina, que ahora es enjuiciado como jefe de una asociación ilícita. A Pérez Molina, militar y dirigente del derechista Partido Patriota, no le quedaban apoyos políticos: la burguesía le había quitado todo respaldo y el imperialismo instigó su renuncia. Las denuncias por corrupción se extendieron a dirigentes y diputados del partido del empresario Manuel Baldizón, Libertad Democrática Renovada (Líder), lo que empujó al primer puesto, en las elecciones ya previstas para el domingo pasado, al neófito cómico televisivo Jimmy Morales -que representa a un partido fundado por ex represores. Un balotaje tendrá lugar el próximo 25 de octubre. La abstención no habría sido tan importante como se esperaba. El bolivariano URNG retrocedía, según el diario El Periódico, con respecto al 3% de los últimos comicios presidenciales.


 


El Norte


 


La movilización que volteó a Pérez Molina comenzó a mediados de este año en las capas medias y se fue extendiendo al movimiento indígena y a los sindicatos. Pérez Molina tuvo roces con Estados Unidos cuando se expresó a favor de la legalización de las drogas -por eso la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), un organismo de la ONU que recibe financiamiento directo de Estados Unidos y potencias europeas, instigó la renuncia. Según Mario Sosa, investigador y docente, Estados Unidos intenta preservar su influencia frente al aflujo de capitales chinos y rusos, contener la emigración de miles de centroamericanos y evitar desplazamientos políticos hacia la izquierda. En Honduras, por caso, donde se han potenciado las protestas populares en reclamo de la renuncia del presidente derechista Juan Orlando Hernández (acusado de financiar su campaña presidencial por medio de una defraudación al Estado), impulsan la formación de una Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras (CICIH) semejante a la que opera en Guatemala.


 


El movimiento


 


¿Qué quedará del movimiento popular que derrotó al gobierno? Es el debate del momento, aunque es claro que la derecha ha picado en punta.