Hoy Argentina, mañana Bolivia: ¡8A, Arriba los pañuelos verdes!

El ocho de agosto (8A) puede ser un día histórico para el movimiento de mujeres de Argentina, las que con su lucha tienen la posibilidad de conseguir el aborto legal, una reivindicación elemental en el marco de la miseria y opresión generalizada impuesta a mujeres y hombres por el capitalismo y su crisis.


Las repercusiones de la lucha por aborto legal, se expanden por todo el continente y marcan el camino. Fue la lucha de las mujeres, junto a la juventud y los trabajadores, que logró arrancar la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo a los diputados y al derechista gobierno de Macri. Ese es el sendero que debemos seguir y el triunfo será posible. Nada podemos esperar de los gobiernos del capital y comprometidos con el clero.


Sin embargo, a la par de las movilizaciones que se dan a escala continental, replicando la experiencia argentina, también se están produciendo ofensivas violentas contra las que luchamos por esta reivindicación.


Sectores reaccionarios, acicateados por la iglesia y por poderes políticos han pasado a las agresiones físicas y de grado delincuencial. En Argentina, los mal llamados pro-vida (en realidad pro-abortos clandestinos y pro-muertes de mujeres) impunemente agreden a golpes y amenazan de muerte a las portadoras de pañuelos verdes. En Chile han ido más lejos.


Una movilización por aborto libre del 25 de julio, fue atacada por sectores neonazis que impunemente apuñalaron tres compañeras. Hay que decirlo fuerte y claro: Bergoglio es el responsable. Cuando llama “asesinos” a los que piden aborto legal, azuza a lo más reaccionario de la sociedad para, aunque sea con acciones fascistoides, imponer sus dogmas religiosos.


Bolivia, impostura y maniobras gubernamentales para cooptar al movimiento de mujeres


En Bolivia se pretende frenar cualquier intento de lucha por el aborto legal. La derecha reaccionaria ya se movilizó. El diputado Poppe pidió al canciller rechazar el ingreso de diputadas feministas chilenas que impulsan el aborto libre. Se quiere así frenar cualquier actividad que pueda impulsar la lucha por el derecho al aborto. Todo en el marco del reciente pacto Iglesia-Estado, que como resultado tendrá la legitimación y refuerzo de la ofensiva eclesial y de sectores conservadores. No hay lugar a dudas, Gobierno e iglesia trabajaran juntos contra las mujeres y el pueblo.


 


Bolivia, Súmate al Pañuelazo Internacional!

#8A: Desde Bolivia nos sumamos al Pañuelazo Internacional!


Posted by Socialismo Revolucionario on Saturday, August 4, 2018


Aun así, el masismo impostor se llena la boca de socialista, sin embargo no le llega ni a los talones a la revolución socialista rusa que, hace casi doscientos años, fue la primera en legalizar el aborto. Y aunque desde sus diputadas se pinte progresista y feminista, el gobierno del MAS no sólo mantiene el aborto clandestino, sino que también pretende ahogar cualquier intento de organización y lucha independiente de las mujeres.


En un contexto en el que al gobierno no le interesa mejorar las condiciones de vida de las mujeres, recurriendo a los despidos masivos de trabajadoras y trabajadores, la propuesta por la ampliación de causales para el aborto no punible, presentado en la reforma al Código Penal, no fue más que una maniobra masista. Maniobra para encubrir un código reaccionario y cooptar al embrionario movimiento de mujeres en Bolivia, para impedir un desarrollo independiente.


Tanto la propuesta de ampliación de causales, como la triste desjudicialización del aborto no punible, son migajas que lanza el gobierno en su afán de no legalizar el aborto. Y que este –en el marco de su giro derechista, de alianzas con la iglesia, con la patronal y el imperialismo- utiliza como artimaña dárselas de progresista. En una alianza con diputadas chilenas, algunas diputadas masistas enarbolaron la consigna de Aborto Libre.


Consigna que es una utopía en el capitalismo y que omite las determinaciones sociales y económicas que condicionan la libertad de decisión y elección de las mujeres. Pero este nuevo planteamiento del masismo no es pueril inocencia ya que echando mano de consignas ambiguas, se encubre una maniobra para hacerle el juego al Estado, librándolo de la responsabilidad de garantizar -mediante la legalización, la dotación de recursos, personal médico, información, etc.- que las mujeres puedan ejercer el derecho a decidir sobre su cuerpo; y también para resguardar el pacto Estado-Iglesia (que se vendría abajo en el caso de una legalización).


Por otro lado, una propuesta de despenalización supone tan sólo eliminar el carácter delictivo que tiene el aborto en la actual legislación, en tanto, nuestra lucha por legalizar implica imponerle al Estado la obligación de atender en los centros de salud públicos y de forma gratuita los abortos voluntariamente decididos por las mujeres.


Que sea Ley


Las mujeres somos la primeras en padecer las consecuencias de la descomposición y crisis del capitalismo, por eso somos también potenciales luchadoras. Así como en Rusia fueron las mujeres obreras las que prendieron la mecha de la revolución, debemos ahora salir a luchar contra la confiscación permanente, que los gobiernos serviles al régimen, hacen de nuestros derechos.


Nuestra lucha es cotidiana, por mejores condiciones de vida, por trabajo, por acceso a los servicios básicos, a la seguridad social, a la salud y la educación; contra todo tipo de ajustes a la clase trabajadora, y contra la precarización laboral; y porque si optamos por ser madres debemos serlo en las mejores condiciones posibles. Además de la miseria social, es también la violencia machista –apuntalada y reforzada por los principios de hipócrita moral de la iglesia- que atentan contra nuestra existencia.


Estos principios predicados por el clero son los que se oponen tajantemente a nuestro derecho a recibir educación sexual, laica y científica; a nuestro derecho de disfrutar de nuestra sexualidad y acceso a métodos de anticoncepción confiables y gratuitos; a nuestro derecho de ser o no madres, y a nuestro derecho al aborto legal para no morir o quedar mutiladas por abortos clandestinos (como es el caso de las cerca de 500 mujeres que cada año mueren en Bolivia por ésta causa). Nuestra lucha, por tanto, es también por la separación de Iglesia y Estado. ¡Abajo los gobiernos chupacirios! El disciplinamiento social que pretende imponer el estado, así como la tutela de nuestras decisiones que pretende arrogarse la iglesia son mecanismos que persiguen perpetuar nuestra condición de opresión y con esto la explotación cotidiana que vivimos las mujeres.


El parloteo democrático de los Estados capitalistas, no pueden ni quieren garantizar un derecho básico para la mujeres, como debería ser la posibilidad de decidir sobre nuestros cuerpos. Por eso, no podemos menos que ver con emoción cómo la lucha de las compañeras y compañeros argentinos por el aborto legal no la frena ni los planes de ajuste de Macri y el FMI, mucho menos los ataques reaccionarios y violentos de los mal llamados “pro-vida”. Y es que la legalización del aborto en Argentina se constituye en un símbolo continental, de todas las mujeres, de toda la juventud y todos los trabajadores que desarrollamos una lucha sin fronteras contra toda forma de opresión y explotación.


Llamamos a las mujeres a organizarse de manera independiente del gobierno, de las ONG y de la derecha. Partiendo de la experiencia argentina, la fórmula de la victoria es la acción directa, la movilización y lucha en las calles, articuladas con las luchas de juventud y de los trabajadores por mejores condiciones de vida y contra nuestros enemigos de clase. ¡Está claro que el gobierno no nos dará ni migajas, organicémonos para arrancarle estos derechos!


Nuestra lucha no es género contra género (mujeres contra hombres), sino clase contra clase (explotados contra sus explotadores), por eso, este 8 de agosto convocamos a todos los compañeros y compañeras a acompañar la posible sanción por aborto legal en Argentina y a reclamar aborto legal en Bolivia.


Que los pañuelos verdes ondeen en el continente y que el Aborto legal sea Ley.


¡Viva la lucha por aborto legal del movimiento de mujeres en Argentina! ¡Por independencia del movimiento de mujeres internacional del estado y la clase capitalista! ¡Por la separación de la Iglesia del Estado! ¡Por la unidad de acción internacional de los movimientos de mujeres en lucha! ¡Aborto legal, seguro y gratuito ya!


Firman: Socialismo Revolucionario, Feministas Callejeras, Organización Bases Maestros por una propuesta educativa, Agrupación Marxista Revolucionaria, Red LB Cochabamba, Organización de Mujeres Independientes