Huelga de hambre de prisioneros políticos kurdos

Un grupo de 700 prisioneros políticos kurdos, alojados en cárceles de toda Turquía, llevan 60 días en huelga de hambre contra las condiciones de detención y por el reconocimiento de los derechos de la minoría kurda -ferozmente oprimida por el “neo-otomano” gobierno de Recep Erdogan.


La mayoría de los detenidos pertenece al PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán), una organización independentista armada, la cual es considerada como “terrorista” por el gobierno turco y el imperialismo. El principal líder del PKK, Abdullah Ocalan, se encuentra detenido -en aislamiento- en una isla en el sur de Estambul.


La principal asociación médica del país advirtió que la vida de los huelguistas corre serio peligro, mientras no hay ninguna respuesta a sus reclamos. “Nuestra principal preocupación es que después de los 40 días comienzan los daños irreversibles y luego de los 60 días pueden comenzar las muertes”, señaló Ozdemir Aktan, presidente de la Asociación Médica de Turquía.


El gobierno turco, de forma absolutamente cínica, dijo que “no hay ninguna huelga de hambre, (sino) un show completo”. Peor aún, cuenta con un tenebroso registro en su haber: durante una huelga de hambre, en el año 2000, murieron 122 personas entre las que se cuentan 30 prisioneros durante una brutal represión.


La represión sobre el pueblo kurdo es la misma que se aplica sobre el movimiento obrero turco y sus organizaciones, como la persecución a dirigentes obreros y de izquierda.


Nos solidarizamos con la huelga de hambre de los prisiones kurdos y por la satisfacción de sus reclamos: fin de la represión y militarización, libertad a todos los presos políticos y reconocimiento pleno como una nación autónoma.