El 20 de marzo, las seis centrales obreras lanzaron una huelga general para el 26 en reclamo de un aumento del 25% del salario mínimo y en rechazo a las privatizaciones. El presidente Horacio Cartes impuso un aumento de sólo el 10% del salario “aduciendo límites en recursos del Estado” (Aratiri, 21/3). Las organizaciones campesinas realizaron movilizaciones y cortes de rutas por la reforma agraria y el cese de la represión en el campo. Eusebio Torres, presidente de la comisión vecinal de sin-tierras de la colonia Santa Lucía de Itakyry, asesinado a balazos en su propio domicilio, es la más reciente víctima de los sicarios. El gobierno paraguayo colocó a las fuerzas armadas en estado de alerta operacional ante la huelga.