Imperialistas ocupan Albania

Más de 6.000 hombres de ocho naciones, bajo los auspicios de la ONU, armados hasta los dientes y respaldados por tanques y armamento pesado, han procedido a ocupar las principales ciudades del sur albanés, donde, en marzo pasado, tuvo lugar un fenomenal levantamiento popular. Durante el levantamiento, que se extendió por todo el sur del país, los explotados ocuparon los cuarteles y arsenales, tomaron las armas, desarmaron al ejército y la policía, derrumbaron a los poderes locales y formaron comités, que ejercen las funciones de gobierno.


La intervención imperialista fue reclamada por todos los partidos políticos albaneses y en particular por Bashkim Fino, del ex partido comunista, que asumió como primer ministro después del levantamiento para sostener a Berisha.


Según las cancillerías imperialistas, la misión militar tiene un ‘objetivo humanitario’ . Pero “Las dos agencias a cargo de la distribución de alimentos no están seguras de que los soldados puedan ayudar en algo. El mes pasado, la Cruz Roja distribuyó más de 40 toneladas de alimentos y 15 toneladas de medicamentos en todo el país y encontró la tarea más fácil de lo esperado. ‘No tuvimos un sólo incidente’ , dijo la vocera de la Cruz Roja” (The New York Times, 22/4). Más aún, el propio comandante italiano en el puerto de Vlore “reconoció que el pueblo está bien alimentado, y los mercados están abiertos y florecientes” (The New York Times, 26/4).


Si hemos de creerles a los militares intervinientes, “nuestra misión no es controlar al pueblo y recuperar las armas”(ídem). Pero, sintomáticamente, la presencia de las tropas envalentonó a las bandas de mafiosos que operan en el sur, y que están ligadas a la policía del gobierno de Berisha: en Vlore, el epicentro del levantamiento de marzo, una banda de mafiosos “esta semana atacó una reunión del comité rebelde que dirigió la ciudad el último mes” (ídem).


Las tropas —dice el enviado especial del Financial Times (22/4)— “permanecerán al menos por tres meses e intentan jugar un rol directo en la salvaguarda de las elecciones parlamentarias que tendrán lugar a fines de junio”.


La intervención imperialista pretende regimentar las elecciones, para que el próximo gobierno pueda desarmar a la población y aplastar el levantamiento.