India: huelga general contra las reformas laborales de Modi


Entre 150 y 300 millones dentro de una población laboral de 481 millones de trabajadores, la segunda más importante de todo el mundo, fueron, el 2 de septiembre, a la huelga general contra las reformas laborales impulsadas por el gobierno del derechista Modi. La industria manufacturera, la construcción y la banca fueron los principales puntos de huelga, que también se sintió en la minería, el transporte y las escuelas. En Calculta se produjeron movilizaciones que terminaron con 200 detenidos luego de enfrentamientos con la policía. El mismo escenario se repitió en la combativa zona sindical de Bengala occidental.


La convocatoria de la huelga corrió por cuenta de la Convención Nacional de Trabajadores que en mayo se reunió por el impulso de doce de los principales sindicatos del país. El pliego de reclamos de la huelga incluyó el rechazo a las enmiendas propuestas a la legislación laboral, un nuevo salario mínimo, que se dejen de usar trabajadores temporales para trabajos permanentes, que se pague a los trabajadores temporales el mismo sueldo y prestaciones sociales que a un trabajador de planta, cobertura universal de seguridad social, reconocimiento legal a los sindicatos dentro de los 45 días de presentada la solicitud de registro y la ratificación inmediata de los convenios 87 y 98 de la OIT. Sin embargo, el movimiento obrero indio no llegó unificado a la huelga. Una porción importante de la burocracia sindical acordó con el gobierno una serie de concesiones en el parlamento para dejar pasar el grueso de las medidas antiobreras. Debido a este proceso de cooptación se esperaba un acatamiento bajo a la medida.


La huelga, la mayor demostración de fuerza de la clase obrera india desde que Modi asumió en mayo pasado, impuso un duro golpe al plan de avanzar con reformas que flexibilizan las condiciones de contratación, facilitan los despidos y dificultan la actividad sindical. El tratamiento parlamentario de estas leyes estaba frenado desde junio debido al temor a que se desate una rebelión popular. Luego de la huelga se espera que no se avance en el tratamiento legislativo hasta pasado el invierno. La clase obrera india calienta los motores.