Indonesia: El ‘milagro’ groggy, el ‘tigre’ se levanta

Cuando se anunciaba un nue­vo acuerdo con el FMI para ‘sal­var’ a Indonesia de la bancarrota —es decir, para rescatar a los bancos acreedores y ‘depurar* a la dique del régimen—, crecien­tes movilizaciones populares “unen a los trabajadores y es­tudiantes” CInternational Heraid, Tribune, 22/4) y reclaman “Abajo Suharto” (Financial Ti­mes, 19/4).


“El descontento social se incrementa día a día como consecuencia del aumento de la inflación y el desempleo” (I.H.Tribune, 28/4). Las movili­zaciones obrero-estudiantiles se extienden a lo largo de todo el


país. “El cuarto país más po­blado del mundo” (ídem) y mayor del Sudeste asiático ha entrado abiertamente en una si­tuación revolucionaria: Indone­sia no está dispuesta a someterse ‘ al saqueo que el imperialismo mundial le quiere imponer.


En Jakarta, la capital, desta­ca el Financial Times (19/4), las movilizaciones son “un signifi­cativo primer intento de unir sus movimientos (de los diver­sos sectores en lucha) hasta ahora fragmentados”. Pero también “en Surabaya, la se­gunda ciudad más importan­te de Indonesia, abogados, enfermeras y médicos se unieron con miles de estu­diantes en el local del Institu­to de Tecnología” (I.H. Tribu­ne, 22/4) para emprender accio­nes comunes.


El ‘milagro asiático’, del que se usó y abusó para engaño de los pueblos, ahora explotó: se espera en 1998 “una recesión que hará retroceder el PBI entre un 10 y un 15 por cien­to” (La Nación, 26/4). “Las em­presas tienen pasivos con la banca extranjera por más de 80.000 millones de dólares, que en más de un caso po­drían llevarlas a la quiebra luego de la devaluación de más del 70% que sufriera la rupia desde el comienzo de la crisis” (I.H.Tribune, 28/4).


Por esto a pesar del nuevo ‘auxilio’ del FMI por 43.000 mi­llones de dólares —uno de los más grandes de su historia—, los funcionarios fondomonetaristas —dice el I.H.Tribune— recono­cen que “Indonesia se encuen­tra aún muy lejos no ya de concluir con el programa acordado, sino más bien de comenzarlo” (ídem).


De las ruinas del gigante del ‘milagro’, se levanta el verdade­ro ‘tigre’.