Informe de la movilización internacional de Bruselas

Después de los ataques terroristas del 11 de septiembre, muchos en la izquierda *incluso sus líderes* anunciaron la muerte del movimiento antiglobalización. Pero este movimiento volvió a escena, primero con las manifestaciones contra la guerra de Afganistán, después en Ottawa (Canadá). Entre el 13 y el 15 de diciembre, reapareció con toda su fuerza en el escenario europeo, con manifestaciones masivas durante la cumbre de la Unión Europea, en las vísperas del lanzamiento de la moneda europea. Los compañeros del Partido Revolucionario de los Trabajadores (EEK, de Grecia) volvieron a estar presentes en esta batalla.


El EEK participó en el bloque del Drase (Reagrupamiento Internacionalista Anticapitalista y Antimperialista), un frente único iniciado por el EEK, el NAR (Nueva Corriente de Izquierda) y otras organizaciones de izquierda.


El 13 de diciembre, 100.000 trabajadores manifestaron en las calles de Bruselas convocados por la Confederación Sindical Europea. Se destacó la columna de los trabajadores de la compañía aérea belga Sabena, cerrada recientemente. La revuelta de la clase trabajadora se centró principalmente en la cuestión del desempleo, ahora exacerbado por la recesión internacional. La burocracia sindical europea está asustada por la impaciencia creciente de los trabajadores y los desempleados.


La burocracia intenta alejar al movimiento sindical tradicional del movimiento emergente contra la globalización capitalista. Por eso, como en Niza y Gotemburgo, los sindicatos participaron sólo de la manifestación convocada por ellos y boicotearon las otras. Al final del día 13, las delegaciones de los sindicatos de los países europeos volvieron a sus casas.


El 14 de diciembre, una manifestación de 20.000 personas, llena de jóvenes y carteles inmensos de Marx y el Che Guevara, estaba nuevamente en las calles de Bruselas luchando contra las políticas de la Unión Europea y la guerra. Participaron fuerzas organizadas principalmente por el D-14 (un comité de acción especial para esta manifestación, que reunía a varias organizaciones de “extrema izquierda” europeas, trotskistas, maoístas) así como por Attac y otras ONGs. No hubo ninguna tentativa de entrar en los terrenos donde se reunía la cúpula europea. Los organizadores *y Attac en primer lugar* tenían un acuerdo para no perturbar la cumbre con acciones de desobediencia civil.


Desde nuestro punto de vista, existe una división del trabajo entre las burocracias tradicionales y sus apéndices de “izquierda”, las “nuevas” organizaciones de Attac y otras ONG, para reimponer el control sobre los nuevos movimientos que emergen de la crisis mundial. Nadie olvida o perdona la posición cobarde asumida por Attac en Gotemburgo o Génova, defendiendo “la ley y el orden” contra los manifestantes y las víctimas de la brutalidad policial. Toda la llamada “extrema izquierda”, comenzando por las organizaciones del Secretariado Unificado y el SWP de la tendencia de Tony Cliff, tienen plena responsabilidad por el papel contrarrevolucionario de Attac.


El 15 de diciembre tuvo lugar una tercera manifestación, centrada en la cuestión de la guerra imperialista en Afganistán. Participaron 5.000 jóvenes y trabajadores, el PTB (Partido del Trabajo Belga, maoísta), el D-14 y algunos “disidentes” de izquierda de Attac. En esta manfestación se destacaron las delegaciones griega, turca y kurda.


El Drase y el EEK participamos en las tres manifestaciones con nuestras propias banderas y consignas contra la Unión Europea imperialista y por la unidad socialista de Europa, por la derrota del imperialismo y la victoria del socialismo mundial. Los compañeros del EEK distribuyeron un volante elaborado por el Centro Socialista “Christian Rakovsky” por la derrota del imperialismo, la defensa de Afganistán e Irak contra la agresión imperialista y por la victoria de la Intifada palestina, por el desmantelamiento de la Otan y la Unión Europea, por la Federación Socialista de los Balcanes y los Estados Unidos de Europa,y por la Internacional revolucionaria de los trabajadores. En un momento dado, se unieron los compañeros de la Liga Marxista de los Trabajadores de Turquía y del Partido de Liberación Nacional Rizgari del Kurdistán. La organización de la juventud del EEK participó de la reunión de los estudiantes de Europa para organizar la lucha contra los programas educativos antipopulares de la Unión Europea.