Kirchner quiere venderle armas a Israel

El gobierno argentino respalda la oferta de la Lockheed para vender a Israel aviones “Pampa”, fabricados en la planta que la norteamericana tiene concesionada en Córdoba (la ex Area Material Córdoba).


El “Pampa” es presentado como un aparato de “entrenamiento”, pero quien ofrece material de entrenamiento militar a criminales es, también, un criminal. Pero el “Pampa” es, en realidad, un avión de combate, especialmente diseñado para la “lucha contrainsurgente”. Está armado con ametralladoras pesadas y puede cargar bombas de hasta 227 kilos. No es un arma defensiva sino una aeronave de ataque, ideal para hostigar posiciones guerrilleras. Su escasa autonomía de vuelo (720 kilómetros) indica que no está pensado para la guerra externa, sino para la represión interior. Lo que Lockheed-Kirchner quieren venderle a Israel es un arma “ideal” para la represión de los palestinos.


Mercosur-Israel


La “oferta” sirve para ilustrar la función del “acuerdo de libre comercio” que están negociando los socios del Mercosur con Israel. Las empresas israelíes son importantes subcontratistas de grandes pulpos norteamericanos, en particular en las áreas de informática y aeroespacial. Con el “TLC Israel-Mercosur” esos pulpos podrán entrar a los países del Mercosur en condiciones más favorables a las actuales. Justamente, la “oferta” de la Lockheed -que tiene una sola subsidiaria en todo el mundo, precisamente la planta cordobesa- empalma y complementa estos negocios. Mientras los socios del Mercosur siguen rechazando de palabra el Alca y los “tratados de libre comercio” con Estados Unidos, por la vía del tratado con Israel dan un paso en esa dirección. El “TLC” con Israel servirá, como muestra la oferta de la Lockheed, para profundizar la penetración imperialista en los países del Cono Sur.


Una historia vieja


Desde el desmantelamiento de la Fábrica Militar de Aviones por los gobiernos de Alfonsín y Menem, cuando Washington obligó a la Argentina a abandonar la construcción del misil “Cóndor II” y a destruir los ya fabricados, la producción de aviones de combate en el país está en manos del pulpo yanqui Lockheed Martin, que provee también a la Fuerza Aérea Argentina (aunque desde hace años incumple sistemáticamente sus contratos). Se trata de una empresa mafiosa, involucrada en escándalos diversos en medio mundo.


Cuando se hizo cargo de los restos de la Fábrica Militar de Aviones, Lockheed produjo despidos masivos de obreros -tarea que ya había empezado la Fuerza Aérea-. Después de la devaluación, Kirchner renegoció una deuda de la Lockheed por 70 millones de dólares en términos que significaron, en la práctica, un jubileo. Dicho sin vueltas: el Estado argentino se hizo cargo de pagar ese dinero adeudado por el pulpo norteamericano.


Para movilizarse consecuentemente en defensa del pueblo palestino, hay que denunciar la alianza política y los “negocios” de Kirchner con los sionistas.