Kirchner y Lula en Bolivia


En la “nacionalización a la gallega” que tuvo lugar en Bolivia, los gobiernos de Lula y Kirchner jugaron un papel decisivo.


 


Según el Cedla, “el preámbulo clave para la suscripción de los nuevos contratos fue el convenio de compra-venta de gas natural firmado con el gobierno argentino, que significó la seguridad de un mercado para las petroleras” (Econoticias, 27/12/06). Morales ofreció a las petroleras un cupo en este millonario contrato de exportación (hasta ese momento en manos de Petrobras y Repsol), lo que llevó a los pulpos a firmar rápidamente la renegociación de los contratos.


 


El gobierno de Lula, por su parte, logró imponer limitaciones esenciales al programa nacionalista inicial y, por sobre todo, operó para desplazar del cargo de ministro a Soliz Rada, que representaba al ala más radical del nacionalismo.


 


En vísperas de la primera vuelta de las presidenciales de Brasil, Solíz Rada ordenó que YPFB tomara el control de la comercialización del crudo que ingresaba a las refinerías de Petrobras y de los productos refinados que salían de ellas.


 


El gobierno de Lula consideró la medida como una virtual "declaración de guerra", amenazó con romper relaciones diplomáticas y envió a Marco Aurelio García a La Paz, para imponer su derogación. El brasileño García conspiró con el vicepresidente boliviano García Linera para "congelar" esa resolución. El García brasileño y el García boliviano impusieron de esta manera la salida de Soliz Rada del gabinete.