La burocracia sindical uruguaya

La dirección frenteamplista del PIT-CNT, que en el paro general del 8 de junio se negó a incluir entre sus reivindicaciones el repudio a la flexibilización que pretendía llevar adelante la Intendencia frenteamplista de Montevideo, ahora ha salido a atacar a los recolectores de residuos que fueron al paro contra este intento flexibilizador.


Los acusa de realizar nada menos que “prácticas totalmente fuera de la conciencia de clase” (Brecha, 16/6), que no serían otras que los piquetes de huelga que impidieron el paso de carneros y que resistieron el intento de la policía, enviada por el gobierno municipal frenteamplista, de desalojar la Usina ocupada por los trabajadores. La burocracia defiende la ‘conciencia de clase’ de los carneros y del Estado.


La burocracia del PIT-CNT acusa a los piquetes de haberle pegado a un dirigente sindical, el comunista Juan Castillo (en este caso se trató de la agresión de un dirigente sindical por un huelguista), y de haber empujado a dos redactores del diario La República. Esos actos fueron acciones legítimas de defensa de la huelga contra los que la atacaban, ya que el PC y la prensa se alinearon, sin fisuras, contra la huelga; “ustedes nos cagaron con la tapa de ayer” (ídem), les gritaron los trabajadores a los periodistas. Seguramente, esos periodistas no fueron los que digitaron la tapa antihuelguista del diario frenteamplista de Montevideo, pero la obligación de una dirección sindical, si quiere merecer el nombre de tal, es defender a los huelguistas y no a la prensa patronal que ataca a los huelguistas.


La burocracia del PIT-CNT dice defender a “los trabajadores de los medios de comunicación”, pero es a sus empresarios a quienes defiende. El PIT-CNT hubiera debido apoyar la huelga con su propio boletín y denunciar las mentiras de la prensa capitalista.


Tanto respeto por la “libertad” y contra “las actitudes atentatorias contra los más elementales derechos” no le alcanzaron a la burocracia sindical, sin embargo, para repudiar al gobierno municipal frenteamplista que mandó a la policía contra los trabajadores.