La South Central Federation of Labor (Federación de Trabajo Sur Central) de Wisconsin -que forma parte de la AFL-CIO, la confederación sindical a nivel nacional- votó apoyar una huelga general si el proyecto de ajuste a los empleados públicos llega a convertirse en ley. En Estados Unidos, las huelgas generales son ilegales desde la ley Taft-Hartley de 1947. No se ha visto una huelga general norteamericana desde 1934, cuando hubo tres: la de los portuarios de San Francisco, la de los fabricantes de repuestos automotores Autolite (de Ohio) y la de los Teamsters (camioneros) de Minneapolis. El plan para esquivar la ley que prohíbe que una central obrera convoque la medida es que todos los gremios llamen a huelgas en el mismo día por reivindicaciones propias (el comunicado informa “que la comisión de Educación inmediatamente empezará a explicar entre las organizaciones y afiliados sobre la organización y el funcionamiento de una huelga general”).