¡La “comuna de Sakarya” gana la primera vuelta!

Sarkarya es un barrio de la capital turca, convertido en una suerte de ciudadela obrera por los trabajadores de Tekel, una ex compañía de tabaco y bebidas alcohólicas privatizada a principios de 2008. Es el escenario de una heroica batalla que ha entrado en una nueva fase y de una intervención militante de la Iniciativa para un Partido Revolucionario de los Trabajadores (DIP), sección turca de la Coordinadora por la Refundación de la Cuarta Internacional (CRCI).


Después de 78 días de lucha resuelta y militante, la heroica batalla de los obreros de Tekel ha entrado ahora en una nueva fase. A finales de enero, el gobierno dictó un decreto que agregaba algunas mejoras menores para los trabajadores de Tekel. Los trabajadores y sus sindicatos rechazaron la nueva oferta, dada la naturaleza informal de las condiciones de empleo en que quedaban a pesar de las mejoras (los trabajadores podrían ser despedidos al final de los once meses de empleo en su nuevo trabajo). El 1º de marzo, el penúltimo día antes de que expire el plazo dado por el gobierno, el Consejo de Estado decidió suspender la ejecución del decreto del gobierno, alegando que la opción era “innecesariamente restrictiva”. Los trabajadores aceptaron este aplazamiento. El sindicato decidió que, después de 78 días en Ankara, los trabajadores podían volver a sus hogares y retornar el 1º de abril para comenzar una nueva lucha. Así entramos en un nuevo estado de situación que es muy crítico para el futuro de esta lucha, que le ha dado un ímpetu electrizante a la lucha de clases en Turquía.


Las fábricas de Tekel tabaco fueron compradas por la British American Tobacco para conquistar el amplio mercado interno de Turquía; despidió a 12.000 obreros y cerró muchas fabricas. El gobierno propuso trasladar estos trabajadores a otros lugares del sector público, pagándoles menos de la mitad de sus salarios anteriores, sin seguridad ni derechos laborales.


Los trabajadores se sublevaron contra esto, organizando el 15 de diciembre de 2009 una marcha sobre Ankara desde 21 provincias. Habiendo sobrevivido al feroz ataque de la policía durante el cuarto día de su acción en Ankara, los trabajadores pasaron las siguientes cuatro semanas frente al edificio de la Confederación del Trabajo Turk-is (donde está afiliado su sindicato).


Habiendo ganado el apoyo de amplios sectores de la clase obrera y de la sociedad, se votó seguir la lucha y los obreros forzaron a la burocracia de la Confederación a entrar en acción, con una hora de paro en todo el país y una gran manifestación en Ankara el 17 de enero, durante la cual los obreros de Tekel subieron al podio para llamar a la huelga general (que no es reconocida legalmente por la legislación turca).


La “Comuna de Sakarya”


Mientras tanto, después de la manifestación del 17 de enero, los trabajadores acamparon en un barrio llamado Sakarya, en el cual está ubicado el local central de Turf-Is, que se convirtió en una completa “ciudad campamento” extendida a lo largo de varias calles en el corazón de Ankara.


Los trabajadores pasaron noches de vigilia en esas carpas, debatiendo entre ellos y con sus visitantes, en su mayoría socialistas pertenecientes a organizaciones o bien independientes. La ciudad campamento en Sakarya se convirtió en la Meca para todo tipo de movimiento de oposición y creó un enorme impulso para el despertar de la conciencia en todos.


El prejuicio de los trabajadores turcos hacia los kurdos (eran mirados como “terroristas” y “separatistas”) fue superado en gran parte. Otro elemento importante fue la presencia de un importante contingente de mujeres trabajadoras. Era tal la fuerza y la legitimidad de la lucha que el gobierno no se atrevió a dar la orden de evacuación, lo cual hubiera sido, hablando militarmente, una tarea fácil para la policía, dada la docilidad de los sindicatos burocráticos. Esto es, entonces, lo que nosotros llamamos “la comuna de Sakarya”, un espacio de libertad y rebelión que duró 40 días en la forma de ciudad campamento y 78 días en total.


Cualquiera sea el resultado final de la lucha de Tekel ya ha hecho historia por el espíritu resuelto e inmensamente militante de los trabajadores. Ha demostrado que los trabajadores aprenden y adquieren conciencia de clase a través de la acción. Han demostrado el camino a seguir para la fraternidad entre los pueblos turco y kurdo. Finalmente, también ha despertado la conciencia de clase en amplias capas de masas trabajadoras.


El DIP, inmerso en la lucha


Iniciativa para un Partido Revolucionario de Trabajadores (DIP), la sección turca de la CRCI, ha abrazado la lucha en forma total. Sus militantes en Ankara estuvieron presentes en la lucha desde, literalmente, el primer día. Desde que los trabajadores votaron unánimemente continuar la lucha, el DIP tomó la decisión central de reforzar su presencia en el lugar y enviar militantes de todas partes del país hacia Ankara para luchar al lado de los trabajadores. Esos militantes pasaron las noches en las carpas junto a los trabajadores, dedicados a realizar largos debates políticos con ellos y tomando parte en todas sus acciones. Doce boletines (“¿Cómo puede ganar Tekel?”) fueron impresos y distribuidos de a miles entre los trabajadores.


Dos volantes especiales se imprimieron para el día de la llamada “huelga general” del 4 de febrero y para el 20 de febrero en Ankara.


Como resultado de este tremendo esfuerzo, el DIP ahora tiene fuertes relaciones con trabajadores en al menos tres ciudades donde había lugares de trabajo de Tekel y contactos en tres o cuatro ciudades más. Está organizando actos públicos en Estambul, Esmirna, Adana y Anatolia, donde los trabajadores de la vanguardia de Tekel serán oradores junto con nuestros propios compañeros.


El DIP continuará presente en la lucha de Tekel hasta el final y espera poder ganar más trabajadores para la causa revolucionaria internacionalista.


12 de marzo de 2010