La crisis en Wall Street y el derrumbe hipotecario


El martes las bajas regresaban a la bolsa de EEUU. En este caso el detonante no fueron los lejanos mercados orientales, sino los principales bancos y casas de bolsa de Wall Street. Entre los que más caían se encontraban Bear Stearns, Lehman Brothers, Merrill Lynch, Goldman Sachs, Citigroup y J.P. Morgan. Quedó demostrado que el epicentro de la crisis no es China (ni tampoco Japón), sino Estados Unidos.


 


Las razones de este brusco derrumbe obedecen a la creciente exposición que han tenido en préstamos garantizados por hipotecas o en empresas dedicadas al otorgamiento de préstamos hipotecarios de baja calificación y altas tasas de interés. En esta crisis se han entrelazado dos factores: el alto costo del crédito y el retroceso del mercado inmobiliario, este último afectado por la sobreoferta de propiedades y por la incapacidad de numerosos deudores de continuar pagando las cuotas. Si este proceso continúa, el precio de las propiedades hipotecadas habrá caído por debajo del valor de los créditos hipotecarios, lo cual precipitaría un hundimiento generalizado y quiebras bancarias.


 


Wall Street comanda el mercado de hipotecas y las bajas de precios


 


La relación entre los impagos a los bancos y la caída de la Bolsa tiene que ver con que los bancos han revendido gran parte de su cartera de créditos hipotecarios en Wall Street bajo la forma de títulos privados que pagan un interés. “Mientras que los bancos de ahorro y comercio han sido los mayores prestamistas para los compradores de casas, desde 2006 Wall Street tiene el comando en la participación del mercado de financiamiento de hipotecas (un 60 por ciento), según datos de la Reserva Federal”, explica The New York Times (11/3).


 


“Los bancos de inversión (Lehman Brothers, Bear Stearns, Merrill Lynch, Morgan Stanley y la Unión de Bancos Suizos) venden las hipotecas de los emisores del crédito y las ponen en un fondo común que promedia el riesgo. Luego dividen el fondo de hipotecas en tramos basados según la calidad, para revenderlas” (ídem). La enorme rentabilidad de este negocio atrajo a todos los bancos de Wall Street. Es así que se lanzaron a comprar compañías de crédito hipotecario y, en especial, a otorgar líneas de crédito a empresas vinculadas con los préstamos hipotecarios de baja calificación, porque rinden un mayor interés.


 


La caída de New Century Financial


 


“El 19 de febrero, Citigroup adquirió el 5,1% de New Century Financial, una posición entonces valuada en 55,2 millones, en representación de clientes individuales e institucionales.” A los pocos días, la empresa comienza a ser investigada por actividades irregulares en el mercado. “El 6 de marzo, Citigroup demanda a New Century para que le recompre préstamos por 717 millones de dólares que habían sido financiados a través de líneas de crédito de Citigroup.” El New York Times titula la nota: “Prestamista enfrenta crisis de crédito con los bancos” (11/3).


 


Otros “Grandes prestamistas han sido quemados. General Motors, el fabricante de autos más grande del mundo, debe retener una previsión de casi 1.000 millones de dólares para cubrir malos préstamos hipotecarios de su subsidiaria Residential Capital, dice Lehman Brothers. HSBC, el más grande banco europeo, dijo que sus costos por malas deudas subieron 36%, por encima de 10.000 millones de dólares, en 2006” (The Economist, 8/3).


 


En esta semana se conocieron las dificultades de New Century Financial a quien los bancos de Wall Street hasta hace “pocos meses daban la bienvenida con los brazos abiertos y otorgaban líneas de crédito por miles de millones de dólares (los bancos), han rápidamente cerrado el grifo, forzándola a una situación cercana a la quiebra” (New York Times, 13/3).


 


Las acciones de New Century Financial cayeron en pocas semanas el 98%, diluyendo un valor de capital en la bolsa de más de 1.500 millones de dólares a sólo 26 millones. “Los prestamistas de New Century Financial incluyen a Morgan Stanley, Goldman Sachs, Credit Suise, Citigroup y Bank of America. El prestamista de Irvine (California) dice en un escrito al Banco Central que puede dejar impagas deudas por 8.400 millones de dólares” (Investor’s Business Daily, 12/3).


 


El negocio de los créditos de baja calidad ha llegado a cerca de un billón de dólares, lo cual equivale al 10% de toda la cartera hipotecaria de Estados Unidos.


 


Menos crédito, menos ventas, desalojos en cascada


 


Las ventas de casas declinan desde hace meses y presionan a una baja de los precios. El piso, por ahora, se encuentra lejano. Un creciente número de empresas frenaron el otorgamiento de nuevos créditos, disminuyendo aún más la demanda (ídem).


 


“Los desalojos aumentaron un 35% en 2006, de acuerdo a estimaciones de Realty Trac Federal Reserve, que pone a los desalojos posibles este año en 1,2 millones. Con más de 4 millones de nuevas casas y casas existentes ya en el mercado, el riesgo de una extendida recesión en el mercado de casas luce peor” (ídem).


 


Como consecuencia de la morosidad de los deudores y los desalojos en aumento, los préstamos ahora superan en muchos casos el valor de las propiedades. Este hecho tiene que acelerar el default de los deudores y la caída aún mayor de los precios de la propiedad. El derrumbe de las casas y bancos de Wall Street está en sus comienzos.


 


Reflejando la caída de la actividad económica y los menores recursos de la población, Wal-Mart Stores, la mayor cadena de supermercados de EEUU, ha registrado una fuerte caída de ventas y fuertes pérdidas.


 


Conclusión


 


La construcción de casas ha sido el factor más dinámico de la economía. Contribuyó a salir de la caída de actividad de 2000-2003 porque recibió una fuerte inyección de dinero y el aliciente de una baja de tasas de interés que llegaron a ser del uno por ciento anual. Generó una fuerte actividad especulativa, lo que atrajo dinero del exterior por sumas extravagantes. El salvavidas de esa crisis ahora se convirtió en un chaleco de plomo, ya no en las empresas ligadas a la construcción sino en el corazón financiero de EEUU.


 


Ya han quebrado más de 25 empresas ligadas al sector. La venta masiva de las acciones de bancos y corredores de bolsa muestra los temores a una expansión mayor de los afectados por la crisis de las hipotecas.