La crisis mundial y los mundiales

mundial brasil 2014Con una deuda pública del 64% de su PBI, Brasil, anfitrión de la próxima copa del mundo, ha ingresado en la lista roja de vulnerabilidad de pagos (The Economist, 7/9). La crisis avanza mientras las masas trabajadoras ya han puesto sobre la mesa la corrupción y el manejo espurio y desorbitado de los gastos para la construcción de las diferentes sedes. La última Copa Confederaciones debió ser llevada a cabo con un despliegue fenomenal del ejército para frenar movilizaciones en contra de su realización.

Los jugadores de la selección brasileña se han manifestado a favor de los reclamos del pueblo por sus condiciones de vida, mientras en los últimos meses muchos de los equipos más importantes de Brasil se han negado a jugar, sentándose en el campo de juego y exigiendo el pago de salarios, así como una modificación en el calendario del campeonato, que para 2014 prevé que se jueguen alrededor de diez partidos cada treinta días. Mientras tanto, las obras por las construcciones de las sedes para el Mundial ya se llevaron tres muertes obreras por las condiciones de explotación en que se realizan. Esto sin contar que 70.000 personas han sido desalojadas de sus viviendas con el mismo fin.

Pero como para el capitalismo, hoy, la vida transita por la especulación, la preparación del Mundial 2022, con sede en Catar, ya ha puesto de manifiesto lo peor de las contradicciones de la actual crisis mundial. La monarquía catarí tiene en mente la construcción de un estadio en forma de velero, así como el desarrollo de una nueva tecnología de refrigeración para calmar las temperaturas que para esas fechas rondarán los 45°.

Para ello, han abierto la convocatoria a diferentes patrocinadores que pretendan invertir en la construcción, a cambio del derecho a explotar inmigrantes llegados desde diferentes puntos del mundo (The Guardian, 26/9). Contra ello, decenas de trabajadores ya han manifestado que son obligados a trabajar turnos de hasta 24 horas de corrido sin ingerir alimento. Sus sueldos son retenidos para evitar que no se vayan, y duermen en habitaciones de doce personas. Los muertos, según un periódico inglés, ya rondaban los 40 en septiembre, pero los suicidios son numerosos (The Guardian). Por su parte, el presidente de la Fifa, Joseph Blatter, ha dicho que es un error haber votado a Catar como sede. Se trata de un único intento de frenar las obras, no por las condiciones de explotación, sino para que se elija a Estados Unidos como anfitrión en 2022, ya que éste quedó segundo en el sorteo. El enfrentamiento entre las burguesías imperialistas vuelve a tener al fútbol como manifestación visible.

De las manifestaciones de la bancarrota capitalista mundial en el fútbol debe surgir una alternativa propia de los oprimidos. El deporte debe ser un instrumento del desarrollo pleno de la humanidad y no un negociado para un puñado de parásitos capitalistas.


Maxi Laplagne