La crisis política palestina


Mientras Israel y las potencias imperialistas, cada uno con sus propios métodos, refuerzan el bloqueo de Gaza y los sufrimientos del pueblo palestino (ver aparte), la crisis política palestina se agrava hora a hora. Los choques armados entre partidarios de Fatah (partidarios del presidente Mahmoud Abbas) y los de Hamas (partidarios del primer ministro Ismail Haniyeh), han cobrado veinte vidas en las últimas dos semanas.


 


El imperialismo e Israel apoyan al presidente del Fatah; la entidad sionista acaba de autorizar el envío de mil fusiles de asalto para su guardia personal (mientras bloquea el ingreso de aspirinas para los hospitales administrados por el gobierno del primer ministro). Hamas denuncia que el sionismo busca provocar una guerra civil palestina.


 


El “documento de los prisioneros”


 


Los presos políticos israelíes en las cárceles palestinas emitieron un documento, llamado de “conciliación nacional”. El “documento…” pretende dar una salida a la crisis planteada por la victoria de Hamas en las elecciones y al bloqueo impuesto por a las potencias imperialistas por el “no reconocimiento” de Hamas al Estado de Israel.


 


La relevancia del documento radica, en primer lugar, en que constituye un programa político de conjunto para la Autoridad Palestina. Plantea la suspensión de la “resistencia” dentro del territorio de Israel, el reconocimiento implícito del Estado sionista a partir del llamado a conformar un “Estado palestino” en los límites previos a la guerra de 1967, la entrada de Fatah en el gabinete de Hamas) y el ingreso de Hamas y la Jihad Islámica a la OLP, a la que caracteriza como “el único representante del pueblo palestino”.


 


Tanto o más relevante son sus firmas. Fue impulsado por Marwan Barghouti, el dirigente más popular de Fatah, dirigente de sus brigadas armadas y el único que cuenta con la confianza de Hamas y la Jihad. Junto a la de Barghouti aparecen las firmas del Sheik Abdul Khaleq (integrante de la más alta dirección del Hamas), la del Sheik Bassam al Sa’di (uno de los principales dirigentes de la Jihad), de Abdul Rahim Mallouh, secretario general adjunto del Frente Popular por la Liberación de Palestina), y la de Mustafá Badarneh (dirigente del Frente Democrático por la Liberación de Palestina).


 


Plesbiscito y divisiones


 


Abbas convocó a un plebiscito sobre el documento para el próximo 26 de julio. El Sí llevaría a la disolución del parlamento y a nuevas elecciones. Oficia como el vehículo de un golpe de Estado.


 


Hamas, que rechaza el “documento…”, rechaza el plebiscito, al que califica, precisamente. como un “golpe de Estado”. Aunque la dirección de Hamas rechaza el “documento…”, uno de sus más altos dirigentes, Khaled Suleiman, presidente del parlamento, dijo que “el movimiento está dispuesto a aceptar un estado palestino dentro de los límites de 1967 y no operara para frustrar las negociaciones del presidente Abbas (con Israel)” (Haaretz, 12/6). No son las fronteras del 67 el punto de litigio, sino simplemente el hecho de que incluso con este reconocimiento el Estado de Israel pretende seguir imponiendo nuevas fronteras, quedarse con Jerusalén, cerrar sus fronteras, monopolizar el agua de riego y rechazar cualquier forma de retorno de la poblaciòn expulsada de sus tierras y de sus hogares. El documento en cuestión en una hoja de parra para producir una capitualción sin atenuantes de Hamas ante el imperialismo y destruirla políticamente.