La derechización del MAS

L a ausencia de dirección en el seno de los trabajadores es tal que la burocracia conduce a las bases no sólo a los brazos del MAS. En el caso de regiones más atrasadas políticamente, como en Santa Cruz, un fabril y ex ejecutivo de la COD de Santa Cruz (Gabriel Helbing) está yendo como candidato vicepresidencial del empresario Samuel Doria Medina, de Unidad Nacional.

Estoy de acuerdo con el periodo de quietud que se menciona. Luego de las victorias electorales del MAS frente a la derecha, y el desarme impuesto a las masas, hay un retroceso enorme… ahora lo que se pone en juego es la discusión de una serie de propuestas de ley para la aplicación de la nueva Constitución. Todo esto con la ayuda de las ONGs que están organizando uno y mil encuentros entre organizaciones, especialmente indígenas-campesinas.

Por otro lado, es evidente que la derecha se ha fracturado aún más que antes. Los “demócratas”, a pesar de sus críticas, están conformes con ir hacia el juego electoral y democrático pues ven que es posible conseguir una serie de acuerdos y pactos con el MAS. La ultraderecha ha quedado aislada, luego de que el gobierno desbarató al grupo de Jorge Rosza.
En la Feria Exposición (Feria “empresarial” de Santa Cruz), los empresarios han invitado por primera vez a Evo a la inauguración (hay un evidente acercamiento). Este hecho ha puesto aún en mayor evidencia la fracturación de la derecha, pues los ultraderechistas del Comité Civico se han opuesto tajantemente ante la prensa. Los pataleos de los cívicos del Comité demostraban su aislamiento y horfandad.

El escenario electoral se desarrolla evidentemente a favor del actual gobierno, la derecha apuesta nada más que a frenar la mayoría del MAS en el parlamento. Los indígenas, que han sido víctimas de una traición tras otra, se han vuelto a postular con el MAS. Sin embargo, siguen los conflictos medioambientales y de invasión transnacional a sus territorios, con la complicidad absoluta del gobierno… ellos, conscientes de esto, dirigen sus críticas a los ministerios, haciendo a un lado a su similar indígena Evo.

¿Qué viene ahora? La derechización del gobierno, que se irá profundizando en otro mandato. ¿La presencia de un frente que hubiese aprovechado las elecciones para propagandizar hubiese contribuido a acelerar el proceso de desencanto de las masas? Lo cierto es que estamos de brazos cruzados, igual que el POR, esperando a que las masas “superen sus ilusiones democráticas y se eleven al programa”.