La Embajada de Venezuela rehusa pronunciarse

El lunes pasado, tuvo lugar una manifestación ante la embajada de Venezuela, para reclamar el esclarecimiento del asesinato de tres luchadores obreros y socialistas en el estado de Aragua y para protestar por la falta de pronunciamiento del gobierno de Chávez. Una delegación de la manifestación fue recibida en la embajada.

La reunión rompió toda tradición en estos casos. Fue tensa desde el primer al último momento: hubo que transponer un cerco policial inusitado, algo que nunca existió en las distintas manifestaciones contra los golpes antichavistas realizadas allí mismo. Tampoco fue fácil entrar: el cónsul en persona salió a informar en tono policial que limitaba la entrada a tres, después seis y recién al final aceptó el ingreso de los ocho representantes, siete dirigentes de la izquierda argentina y uno de Opción Obrera de Venezuela.

Ya en la reunión, el ministro Consultivo, Alvaro Soto, nos increpó por venir a acusar al gobierno de Venezuela por los caídos, “cuando son de los nuestros”, indicando que no entendía el porqué del acto.

La delegación intervino con gran determinación. En primer lugar repudió la presencia de la policía la cual no solo siguió allí, sino que fue “complementada” por una docena de ostensibles matones de la Side en actitud de provocación durante el acto posterior. El ministro, de modales castrenses, dijo no haber convocado a la policía.

Entregado el documento y explicado que reclamamos investigación y castigo por estas muertes por parte de sicarios que actúan en la impunidad, que fueran precedidas por la represión policial a la lucha de la fábrica Alpina horas después de que los compañeros propusieran la ocupación de fábrica y la gestión obrera (circunstancias ampliamente explicadas por el representante de IS, Juan Carlos Giordano), el ministro indicó que ellos no manejan la policía de ese Estado.

Muy oportunamente, el dirigente de Opción Obrera de Venezuela indicó que sorprendía que pasados varios días no había una sola definición pública del gobierno de Venezuela acerca de los asesinatos, e indicó que se trataba de un problema político agravado porque los compañeros habían sido compañeros candidatos de una agrupación política socialista, independiente del gobierno, en las últimas elecciones, en la localidad de Villa Cura.
Salimos como entramos, sin una respuesta de parte de un gobierno que se considera socialista y que no se pronuncia por el asesinato de tres grandes dirigentes obreros socialistas por parte de sicarios de las patronales.