La guerra sigue

Ocho meses después de la invasión a Gaza, Israel, con la complicidad de Egipto, sigue obstruyendo el ingreso de ayuda humanitaria a Gaza, desde alimentos hasta el material indispensable para reconstruir las casas: por ejemplo, vidrios para las ventanas. Los datos surgen de un informe reservado de Naciones Unidas, al que accedió el diario inglés The Guardian (19/9). El bloqueo económico ya lleva dos años, “con efectos devastadores para la población”. Los ingresos de productos descendieron un 80% respecto del período anterior al bloqueo, y lo que dejan ingresar es “una gama limitada de alimentos y artículos de higiene”.

En 2005, entraban a Gaza unos 19.500 camiones mensuales. En julio de este año, sólo 2.231 camiones lo lograron después de aguardar en la frontera hasta tres meses.Israel impide el ingreso de elementos tan básicos como cuadernos, libros de texto, tizas, lápices, alimentos, medicinas o productos de higiene pediátrica, mesas y sillas. Las semillas y fertilizantes fueron bloqueados, lo mismo que los materiales para la reconstrucción de las viviendas o para reparar la red cloacal.

Según las estadísticas de la ONU, alrededor del 70% de los habitantes de Gaza vive con menos de un dólar diario, el 75% dependen de la ayuda alimentaria y el 60% no tiene acceso diario al agua. No menos de 20.000 palestinos siguen desplazados después de la invasión y viven hacinados con otros familiares.

Egipto también mantiene cerrada la frontera con Gaza, aunque cada vez mayor cantidad de bienes, incluidos heladeras y automóviles, ingresan de contrabando a través de túneles. Por su alto costo, sólo los palestinos ricos se benefician de la corruptela de las autoridades egipcias.”El resultado del bloqueo es un proceso gradual de devastación en todos los sectores, aumento del desempleo y mayor dependencia de la ayuda externa”, dice el informe de Naciones Unidas.