La ONU le entrega Irak a los yanquis

Sin hacer mucho ruido ni concesión, el imperialismo norteamericano ha logrado una victoria política resonante: imponer a la Onu el reconocimiento pleno de la coalición ocupante de Irak como “Autoridad”, es decir como gobierno legal del país. Desde el jueves 22, fecha en que fue aprobada la resolución de la Onu, Irak ha desaparecido como sujeto político independiente en el plano internacional y ha sido convertido, por esa misma resolución, en una simple colonia de los ocupantes anglo-norteamericanos.


La resolución aprobada por el Consejo de Seguridad de la Onu (por unanimidad de los 14 países presentes; Siria se ausentó a la hora de votar) le otorga al gobierno militar establecido por los ocupantes el carácter de “Autoridad” internacionalmente reconocida, lo que significa, antes que nada, el reconocimiento de la guerra de invasión librada por norteamericanos y británicos contra un gobierno legalmente constituido e internacionalmente reconocido. Como antecedente, la resolución de la Onu reabre el capítulo de las guerras coloniales y de los gobiernos coloniales, que se creía extinguido a partir del llamado “proceso de descolonización” de la década del ’50 del siglo pasado.


La resolución permite a los ocupantes el pleno manejo económico y político del país. Los norteamericanos no sólo tendrán las manos libres para establecer un “gobierno iraquí interino” a su antojo; también tendrán el manejo de los ingresos provenientes de las exportaciones petroleras, que serán aplicados a un “fondo de reconstrucción” que pagará las obras, que serán asignadas, como hasta ahora, a empresas norteamericanas. Este enorme movimiento de fondos, según la resolución, será “auditado” por el FMI, el Banco Mundial y la propia Onu.


Por otro lado, la resolución anula todas las sanciones económicas vigentes contra Irak, algo que un diario financiero celebra como “una vuelta a los negocios”: Irak ha dejado de ser un país pero se ha convertido en un “mercado”.


Una parte de las sanciones que se han levantado estaban relacionadas con la supuesta existencia de “armas de destrucción masiva” en Irak. La resolución pasa por alto este punto, lo que les evita a los norteamericanos e ingleses tener que dar enojosas “explicaciones” sobre por qué, a dos meses de la conquista de Irak, no se ha encontrado una sola “arma de destrucción masiva”.


 


Capitulación francesa


La resolución fue aprobada con el voto de Francia, Alemania y Rusia, a pesar de que el texto es “una burla” (Financial Times, 22/5) de su reclamo de que la Onu juegue un “papel central” en Irak después de la caída de Saddam.


Según la propia prensa francesa, “el cambio de actitud” de Chirac buscó “evitar un mayor antagonismo con Estados Unidos (…) A pesar de los acuerdos de Francia, Alemania y Rusia, Francia se encuentra largamente aislada en Europa. Incluso una abstención sobre la nueva resolución habría sido interpretada por Washington como un acto de hostilidad en el momento en que Jacques Chirac se apresta a recibir a sus colegas del G8. Para asegurar el éxito de esa reunión, (Chirac) necesita el apoyo, o al menos, la neutralidad benevolente, de Bush” (Le Monde, 23/5).


La resolución de la Onu no alcanza, sin embargo, para resolver los problemas que enfrenta Bush en Irak, su incapacidad para imponer “el orden”, para restablecer los servicios públicos esenciales, para terminar con las manifestaciones populares de oposición a la ocupación o para cerrar lo que muchos observadores definen como un “vacío de poder”. Para Estados Unidos, aun después de la resolución de la Onu, “la aventura iraquí continúa siendo increíblemente riesgosa” (Financial Times, 23/5).