La ONU, tratante de blancas

Mucho se discute en estos días acerca de la intervención de la ONU en Irak. Consultan a gobiernos y organizaciones internacionales. Desgraciadamente no consultan a las mujeres de Kosovo, que tendrían mucho para decir sobre la intervención de la ONU.


Las fuerzas de la Otan y las Naciones Unidas “participan en la explotación sexual de nenas y mujeres escudados en su inmunidad”. Las fuerzas militares norteamericanas, francesas y rusas están involucradas en este negocio. Los prostíbulos crecieron allí, de 75 a 200, gracias a su intervención (Clarín, 9/5).


La policía que “protege” esos prostíbulos fue formada y entrenada por los mismos “contratistas privados” que hoy instruyen y forman a la “policía iraquí”.


Tampoco consultan a las mujeres de Afganistán, que también tienen mucho para decir sobre la intervención de la ONU. Bajo la ocupación, “…la condición de esclavas de los hombres sigue vigente” (Viva del 16/5). Además, desde la llegada de los “liberadores” ha aumentado el número de suicidios entre mujeres, un síntoma de lo insoportable de esa opresión (The Economist, 20/3). Organizaciones de derechos humanos denuncian que en la Afganistán ocupada “las mujeres son tratadas como ganado” (ídem).