La opción de los yanquis esta hecha

A fines de enero pasado, el diario Los Angeles Times publicó un editorial a todas luces extraordinariamente instructivo, que lleva por título “Una opción en Sudamérica”.


Contrastando los discursos del venezolano Chávez y del brasileño Lula en el Foro Social de Porto Alegre, el principal periódico de la costa oeste de los Estados Unidos afirma: “Lula presentó un plan responsable para mitigar los males sociales. Chávez desea propagar la Cuba de Fidel Castro por todo el hemisferio”. Naturalmente, esto último es completamente falso y así lo prueba el respeto a rajatablas de la propiedad privada por parte de Chávez, quien incluso dio inicio a la “apertura petrolera” en Venezuela, que significa el ingreso de capitales privados al principal negocio del país. Pero aquí no importa la veracidad de las opiniones del diario sino, claro, sus “opciones” y, por sobre todo, la caracterización del gobierno de Lula.


El editorial prosigue: “La opción que tiene ante sí el G7 es clara. Si los actores políticos del continente no apoyan a la izquierda prometedora de Sudamérica como la representada por Lula, el continente podría perderse en manos de los demagogos como Chávez”.


La posición del diario va mucho más allá de una complacencia con los planteos del gobierno de Lula, puesto que lo caracteriza como un polo político internacional que debe ser activado para combatir las experiencias o tentativas revolucionarias. El imperialismo concluye de este modo aceptando una caracterización que el Partido Obrero ha venido formulando hace muchos meses –o sea el papel del centroizquierdismo y de la izquierda democratizante como los recursos últimos del capital frente a la crisis mortal del capitalismo y a la rebelión popular.