La Oposición Trotskista interviene en las elecciones

El 1º de julio se realizarán en Bolivia elecciones presidenciales y parlamentarias. La burguesía del altiplano y el imperialismo preparan un ‘recambio’ a través del ex-dictador Hugo Banzer y su partido la ADN. Los yanquis quieren forzar una alianza de ésta con el MNR —en el gobierno actualmente—, para forjar un gobierno ‘fuerte’. La izquierda boliviana, dominada por el reformismo y elementos ex-stalinistas, se presenta dividida en dos formaciones políticas: la Izquierda Unida (IU) y el Eje Pachacuti.


Los compañeros de la Oposición Trotskista (OT) de Bolivia, superando el sectarismo impotente del lorismo, han tomado la decisión de intervenir en el proceso electoral. Según informa Trinchera Revolucionaria Nº 117 (24/4), órgano de la OT, en una Conferencia Nacional realizada a fines de marzo resolvieron, en correspondencia con las características uninominales que tienen los comicios parlamentarios (no se vota como aquí por listas ‘sábanas’), el voto por “todos los luchadores que son candidatos como diputados” en las listas reformistas, instándolos a que adopten “un programa revolucionario: luchar por destruir el capitalismo y estructurar el gobierno obrero campesino sobre la base de la insurrección armada de masas que destruirá el parlamento burgués y la ‘democracia’burguesa, para instaurar su propia democracia proletaria. Deben impulsar la acción directa y la movilización de los explotados, que son los métodos propios de la revolución proletaria”.


La OT plantea que los luchadores deben “someterse a las organizaciones de masas: Asambleas generales, Cabildos Abiertos, reuniones masivas de las juntas vecinales, etc. Ese sometimiento significa que son esas organizaciones las que deciden las posiciones y el futuro de los candidatos” y “deberán percibir solamente un sueldo de obrero medio”.


Respecto a las candidaturas presidenciales, la OT convoca a abstenerse, votar en blanco o nulo. Denuncia así no sólo las candidaturas de la politiquería burguesa, sino también las de IU y el Eje Pachacuti, cuyos planteamientos se dirigen a asimilar “a algunos luchadores populares al carro burgués-parlamentario con el objetivo de que las masas crean en la ilusión de que sus reivindicaciones pueden ser satisfechas por la vía del parlamentarismo”.